A Emilia no le gustan las despedidas ni los homenajes ni las grandes palabras.Ha salido del Juande portando un ramo de flores que le han regalado con la poca elegancia con la que la gente tímida disfraza su timidez, como si en vez de rosas fuera una un manojo de acelgas. Los alumnos son más libres y no entienden de tanta sutileza; así que le han hecho una fiesta de cumpleaños como ellos saben: de manera poco discreta, escandalosa.
Se lo agradecemos. A nosotros no nos ha dejado Emily; a ellos no se lo ha podido impedir.
Tampoco puede evitar que Aequitas haga aquí lo que ella no desea ni espera. Necesitamos despedirnos sin llanto, reconocerle su valía y decirle, aunque no lo lea, que la vamos a echar mucho de menos. Se va a librar del montaje de fotos... pero no de los palabras.
Emilia, solo llevas un día fuera y el rinconcillo donde te sentabas se ha quedado muy oscuro. Nos faltan tus trastos, tus bolsas, tu bata andante, tus palabras mordaces que no hacían daño y sobre todo, tu inmensa ternura. Las chicas de Historia y tus amigos más cercanos disimulan con bastante dignidad y los demás no vamos a ser menos... Nos hemos quedado como tontos. No hay nadie imprescindible pero hay gente más necesaria. Como tú.
Disfruta intensamente. Nosotros nos aguantaremos e intentaremos, no sé cómo, que tu rinconcillo recupere la luz.
Emilia, mis hijos te echan de menos, a Julián se le escaparon algunas lagrimillas y dice que a quién le va a llevar ahora las ' Gachas ".
ResponderEliminarGracias por tu trato y paciencia con l@s alumn@s y disfruta que te lo mereces.
Un beso