La trata de personas, más
conocida como trata simplemente, es uno de los mayores cánceres de la sociedad
actual, uno de los delitos más cometidos y el tercero que más dinero mundial
mueve después del tráfico de droga y de armas. Pero, ¿qué es exactamente la
trata? La definición más acertada y completa sería la siguiente: la captación,
el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo
a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al
fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a
la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La
explotación incluye, como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras
formas de explotación sexual incluida la pornografía, trabajos o servicios
forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o
la mendicidad, las actividades delictivas y la extracción de órganos corporales.
Resumido se podría decir que es la
esclavitud del siglo XXI. Sería maravilloso un mundo donde esta atrocidad del
“comercio” de personas no se diera, pero bajo mi punto de vista es algo
imposible, salvo en una utopía en la que todo el mundo tuviera las mismas
oportunidades y posibilidades. Por desgracia, siempre va a haber personas
pobres y desesperadas que se agarrarán a un clavo ardiendo para poder “vivir” y
ganar dinero para sus familias, igual que siempre va a haber gente que se
enriquezca impunemente a costa de obligar, extorsionar y sobornar a personas
desesperadas por un motivo u otro y utilizarlas en beneficio propio.
Bien es verdad que las Naciones Unidas
trabaja duro para detectar y eliminar estas redes mediante los cuerpos de
seguridad de todos los lugares del mundo; pero la cantidad de personas
esclavizadas es tan grande y la forma en que se puede manifestar esta
esclavitud es tan diversa y está tan extendida que es difícilmente controlable
al 100%. Se calcula que a nivel mundial la trata mueve más de dos millones y
medio de personas al año que hayan sido identificadas. Sin embargo, por cada
persona identificada hay 20 que no lo son: si hacemos la cuenta, la cifra es
tan grande que asusta.
Todo lo anteriormente expuesto, más los
oídos sordos que hacen los países de donde provienen la mayoría de las víctimas
de la trata y la corrupción a todos los niveles sociales de los mismos no ayuda
a frenarlo. En muchos casos, la permisividad de los países receptores agrava el
problema.
Si
vamos a la raíz del problema nos damos cuenta rápidamente de que los cimientos
sobre los que se construyen estas sociedades no son buenos. Pero, claro, qué se
puede hacer contra los “políticos” de dichos lugares cuando te silencian a la
mínima...
Lo
que puede hacer el ciudadano de a pie es levantarse contra lo establecido y
reivindicar sus derechos y los de sus iguales, el derecho a una sanidad
decente, una seguridad que les permita vivir tranquilos y una clase política
decente y que no esté metida en el ajo de todos los asuntos sucios. Pero si no
se tiene en los llamados países desarrollados mucho menos se va a poder
conseguir en otros en proceso de desarrollo.
Como decía al principio, todo esto solo
se consigue en una utopía difícilmente alcanzable en la actualidad. Por todo
esto, hoy, el "Día contra la trata de personas" está bien recordar
que hay personas que no pueden elegir por sí mismos simplemente por haber
nacido en otro sitio y en otra situación diferente a la nuestra y que debemos
ayudar en todo lo posible a que salgan de su esclavitud. Si sospechas de
alguien que esté envuelto en esta espiral de abuso no dudes y denuncia.
CON LA TRATA NO HAY TRATO.
Miguel Ángel Gómez Freire,
colaborador del grupo Aequitas25
Me quedo "ojiplático" ante el conocimiento de las cifras que aportas. Es impresionante el número de personas que son utilizadas como si fuesen esclavas; es más, es impresionante como en pleno siglo XXI, de cierta manera, existan un grupo de personas que sean utilizadas como esclavas. Y, lo más penoso, es que son chicas. Otra vez. Otra vez mujeres inocentes que se dejan esclavizar por intentar llevar un trozo de pan a la boca de sus hijos, o porque no les queda más remedio que estar bajo las manos de esas personas si no quieren verse muertas. ¿Cuándo dejará el mundo de ser cruel? ¿Llegaremos algún día a vivir todos con completa libertad e igualdad? Son dos preguntas que rondan mi cabeza diariamente.
ResponderEliminarMiguel Ángel ha sido "discreto". La realidad que él denuncia es tan asquerosa que una mente normal no la puede entender. Yo solo quiero añadir un dato que incite a la reflexión. Quien se para en un burdel (voy a ser fina) de carretera a tener una efímera relación sexual (ni me reconozco con tanta finura) por un puñado ridículo de euros, ¿no es culpable también? Y los cerdos ( se me acabó la dosis de finura) que consumen pornografía infantil en internet ¿no son parte de esta cadena de monstruos? España es de los países más consumidores de este tipo de pornografía. Qué asco.
ResponderEliminarUna situación desesperada. Un viaje sin retorno. Un "sueldo" indigno, con el que poder ayudar a tu familia a subsistir, si es que hay suerte y puedes enviar algo de lo que ganas.
ResponderEliminarComo Miguel dice, un clavo ardiendo al que agarrarse. Uno de pocos.
Investigando la raíz del problema, queda claro de quién es la culpa: el gobierno.
Todas las mafias prosperan en los países sin ley. Ciudades podridas por la corrupción donde, si ya es difícil de por sí llevarse un trozo de pan a la boca, trabajando honradamente lo tienes aún más difícil.
Y no digo que sea imposible. Pero que tire la primera piedra el que jamás haya aceptado un sobresueldo, o haya dejado pasar cualquier irregularidad. Un hurra por cada uno de ellos y ellas.
Soy de los que piensa que la anarquía lleva al caos. Entendiéndose, en este caso, anarquía por corrupción y caos por potentes mafias, colaborando mutuamente.
Por desgracia, por mucho que Naciones Unidas, ONG's y hasta el mismo Cthulhu trabajen a pleno rendimiento para detectar y eliminar estas organizaciones, la raíz seguirá existiendo, se multiplicará y volverá a crecer. Y lo que más me abruma es pensar en las miles de víctimas que quedan hasta que se empiece a crear una solución verdadera. Es decir, estamos en España, un país supuestamente de lo mejorcito, y el gobierno actual está con el agua al cuello. Se los tienen tan bien agarrados que les cuesta respirar, y todavía siguen berreando y luchando, aún sabiendo que media España está esperando a ver el resto del iceberg.-La otra mitad estará viendo Sálvame o Intereconomía-
Es una lacra más del mundo que está ahí pero a la que no se le hace caso. Como el mendigo que suplica algo para comer mientras giras la cabeza y miras al suelo.
Algo que nos parece tan lejano, acostumbrados a nuestras comodidades, que directamente ignoramos. Porque ni se nos pasa por la cabeza estar pasando tanta hambre como para hacer cualquier cosa. Caer tan bajo como para que viajar a otro país, lejos de todo lo que conocemos, con una oferta de trabajo dudable que alguien que pasaba por la calle nos insinuó de forma confidencial nos pareciera buena idea.
Por dios. Qué barbaridades estoy escribiendo. Por supuesto que jamás nos pasaría algo así. También dudo que nos tiroteen en medio de la calle, y después nos pongan una pistola en la mano. Sería cruel.
Pero eh. Que no nos pase a nosotros, por supuesto, no significa que no pase. Hay vida más allá de nuestro perfil de instagram. Hay historias que te revuelven el estómago. Que hacen que te quedes mirando la pantalla unos minutos, sin saber qué hacer. Que te sientas impotente.
Quién sabe cuántos años pasarán hasta que las mafias comiencen a cavar su propia tumba. Sólo estoy seguro de algo. El dolor y la miseria van a seguir ahí.
Mientras que no cambie el sistema, no hay gran cosa que podamos lograr.
PD: Saludos a los colaboradores y a Leonor. Me alegro de que el blog esté tan vivo.
Qué bueno saber de ti... Y más por aquí. Gracias por un comentario tan potente. Espero que sigas visitándonos y colaborando. Un besoooo.
EliminarA mí este tema me toca la moral, y mucho, porque para mí el valor esencial es la libertad, y esta actividad, acaba totalmente con toda oportunidad de ser libre, porque con engaños, te "ayudan" a cumplir tu sueño, que puede ser emigrar y conseguir trabajo, pero detras de esto se encuentra un camino de sufrimiento, lagrimas y sangre, acabando teniendo que pagar una inmensa deuda vendiendo tu cuerpo.
ResponderEliminarHay gente que piensa que salir de este infierno es fácil, pero todo lo contrario, lo fácil se convierte en difícil cuando sientes miedo por ti y por los tuyos, que, por cualquier fallo en tu "salvación", pueden ir a por tu familia o conocidos.
Aún odiando esto, sé que nunca se va a erradicar, porque al igual que el ser humano sigue multiplicandose, va a seguir habiendo gente que caiga en la mentira por desesperación ante la pobreza y acabe siendo usada en la trata de personas
Ádison Camadro de Pineda 1Bach A