15 de octubre de 2015
¿Moda o salud?
La belleza es definida como la cualidad que tienen las cosas o personas que generan placer visual, deleite o admiración. Sin embargo, la percepción por lo hermoso no es nueva, ya que el sentido de la belleza es innato y ha existido desde la creación del hombre. Es parte universal de la experiencia humana, proporcionada por una construcción mental y por aspectos socioculturales como la historia, la religión, la época, el país en el que se vive, las experiencias personales, el estrato social al que pertenezcas, entre otros. Todos estos factores determinan la variación en el modo de entender la belleza en las diferentes culturas, épocas y sociedades.
Pero en la actualidad, la sociedad occidental y los medios de comunicación de masas, a quienes se les ha otorgado el papel de transmisores de valores y modelos de conducta, se han encargado de darle un sentido vanidoso y de valoración exagerada a la belleza física y a las formas corporales, y han generado que ésta sea un valor social agregado, dejando a un lado las características inherentes a la personalidad. Han convertido al hombre y a la mujer en objetos de provecho comercial y practicantes de un consumo cultural, que los ha llevado a adoptar comportamientos que conducen a una exacerbada preocupación por cuidar, nutrir y mantener la forma física de sus cuerpos: es lo que se conoce como "culto al cuerpo". Por medio de este estilo de vida las personas tratan de cumplir con todas las exigencias impuestas por la moda que, en gran manera, nos generan preocupación a todos y a todas sin distinción de edad, estrato social o género. Esas exigencias estéticas se han convertido en un requisito indispensable, quizás el único, para poder formar parte de ciertos grupos sociales.
Y¿qué pasa con aquellas personas que se alejan de esas exigencias sociales de belleza física? La búsqueda desesperada por alcanzar el canon de moda, ha llevado a que tanto hombres como mujeres, desafíen su cuerpo y lo sometan a innumerables transformaciones: el uso de maquillaje, la reconstrucción estética por medio de la cirugía plástica, el uso del relleno, fajas, la práctica obsesiva de la dieta que esté arrasando en ese momento, botox, masajes reductores, entrenamientos en gimnasios, pastillas que suprimen el apetito, entre otros, con altos riesgos para la salud.
Cuando la belleza se convierte en el norte que guía a las personas, pueden adoptarse conductas obsesivas que ponen en riesgo la salud tanto física como mental. La anorexia y la bulimia son los trastornos más conocidos y se caracterizan por un temor a verse gordo. El primero lleva a restringir drásticamente la ingesta de alimentos y el segundo a los conocidos atracones; es decir, que consumen excesiva cantidad de alimentos en poco tiempo y luego estas personas se provocan el vómito.
Así que antes de someterte a estas imposiciones pregúntate: "¿Vale la pena poner en riesgo mi salud?" Recuerda que la belleza no es sólo la apariencia estética; la belleza exterior comienza por el bienestar interno. Un cabello hermoso, un cutis suave dependen de la alimentación, del estado de ánimo, del autoconcepto y de la calidad de vida; así que no te olvides nunca que la belleza no es ni mucho menos una talla 34 . Mucho mas bella es una persona sana y alegre que otra esquelética y obsesionada con una belleza que nunca va a lograr alcanzar sin poner en riesgo su vida. Antes de llegar a esos peligrosos extremos, piensa en las cosas que realmente nos dan la felicidad en la vida. Entre ellas no están las tallas que determinadas marcas se empeñan en que usemos. Entre moda y salud, tenlo claro: salud.
Marta Zambrano Martin, colaboradora del grupo Aequitas25
Excelente entrada, Marta. Es un llamamiento a todas las mujeres para que hagan las paces con la imagen que ven reflejada en sus espejos y que se den cuenta de que el problema no está en sus cuerpos, sino en sus cabezas.
ResponderEliminarEstoy cansada, y creo que hablo en nombre de todas las mujeres. Cansada de no tener un cuerpo atlético y estilizado y que se considere que es por vagueza y, por tanto, por mi CULPA. ¿Desde cuándo debo sentirme culpable de ser como soy?
Enhorabuena por este proyecto Marta. Es una gran enseñanza para toda la gente de tu edad. Mantén siempre este rumbo en esta aventura que es la vida.
ResponderEliminarVeo q tienes las cosas claras y me gusta. Ojalá sirva para ayudar a otros jóvenes de tu generación.
ResponderEliminarToda la vida luchando contra los kilos. Y eso que se supone que estoy libre de prejuicios. Pero no. Es imposible cuando desde que tengo uso de razón estoy, estamos recibiendo mensajes machacones de que hay que ser guapa, perfecta y delgada, entre otras cosas. "Nunca se está demasiado delgada" decía Coco Chanel. Ole. Y lo cierto es que, a pesar de tanta paliza mediática, enamoran las palabras, el modo de ser y estar, los valores mucho más que el físico. Y enamoran no sólo es enamorar. Es cautivar. La moda y sus imposiciones se han llevado por delante las vidas de demasiadas personas, hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes. Hay que ser fuerte para no sucumbir. Hay que ayudar a las personas que no lo son tanto.
ResponderEliminarMarta, tu mensaje es importante, mucho. Estás contribuyendo a una causa muy necesaria. Muchas gracias.
Salud, salud, salud. Es doloroso tener que vivir en tus carnes como alguien de tu entorno más cercano opta por la moda antes que por la salud. Se pasa tremendamente y sufres cuando ves a una de las personas que más quieres intentando tener el tipín que la sociedad impone ahora, que la moda nos hace creer que es lo correcto. Es doloroso ver como llora alguien porque no consigue lo que quiere, pero más doloroso es aún cuando lo vives en tus propias carnes y mueves cielo y tierra junto con otras personas para que esa persona deje de provocarse el vómito. Es una lucha que nos ha costado unos meses, quizás incluso un año, pero es una lucha ganada. Una batalla de la que yo y algunas amigas más nos sentimos orgullosos de haber ganado porque hemos devuelto esa felicidad, esa sonrisa, esa dulzura y esa simpatía a una persona tras haber caído en las redes del canon de belleza que nos impone la sociedad y la moda.
ResponderEliminarA todos nos gusta levantarnos por la mañana, mirarnos al espejo y ver un cuerpo del que nos sintamos orgullosos. Pero si me preguntas a mí el secreto para esto no está en cambiar tu cuerpo si no en simplemente pensar en lo bueno y lo malo verlo tan solo como algo que está ahí. No digo que haya que dejar de cuidarse, sino todo lo contrario. Hay que tratar de cuidar tu cuerpo no como una obra de arte que a todo el mundo le parece preciosa, ya que estas a menudo son frágiles y no sé si a los demás les pasa como a mí pero a mí me gustaría que mi cuerpo aguantase cuanto más años mejor. Hay que cuidar el cuerpo como una herramienta que debe de ser resistente para aguantar su función.
ResponderEliminarLas enfermedades como la bulimia, la vigorexia o la anorexia son trastornos psicológicos que hacen a una persona obsesionarse con su físico. Las personas que padecen estas enfermedades han sido llevadas a ellas por la sociedad actual ya sea mediante las imágenes que hay en la televisión en las que aparecen personas con cuerpos imposibles de conseguir de una forma natural (estas imágenes por lo general suelen estar retocadas a ordenador) o a base de insultar a alguien porque su físico no es “normal”. Me resulta imposible ponerme en el lugar de un niño que todos los días al llegar a clase se encuentra con que sus compañeros le insultan o incluso pegan solo por su peso o aspecto. Es perfectamente normal que un niño cuyo cuerpo no ha acabado su desarrollo no tenga el peso que para un adulto sería saludable. Cuando uno de estos niños llega a la adolescencia y su cuerpo ya se ha desarrollado y por lo general tienen un peso normal pero no están contentos porque tienen miedo de que sus compañeros le sigan llamando “gordo” y acaba lógicamente por caer en uno de los trastornos que he dicho antes. Todo por un “problema” que de no ser por el abuso de la sociedad se habría solucionado con esperar.
Francisco Labrador 2º BACH B