26 de febrero de 2016

Mujeres con rostro: Rosa Montero

Rosa Montero es otra de las escritoras que dijo "sí" a la primera. En cuanto la invitamos a participar en nuestro proyecto aceptó alegremente y en breve nos mandó un audio donde su voz cálida daba vida al comienzo de una una de sus novelas. Rosa Montero es compañera de viaje de todos los profesores y profesoras de Lengua. Nuestros estudiantes han aprendido a comentar textos de la mano de sus artículos, a veces serenos, otras visiblemente airada, siempre con la palabra exacta. Y lamentamos de forma diversa (dicho educadamente) el hueco imposible de reemplazar que quedaba al dejar de escribir su columna semanal en El País (aunque sigue escribiendo en El País Semanal).
En nuestro proyecto dos alumnas, Blanca y Luna, han leído dos obras suyas: Historia del rey transparente y La ridícula idea de no volver a verte. Las dos han quedado prendadas de la escritura de Rosa.
Pero en este caso no han escrito una reseña ni ningún otro tipo de texto académico. Les pedimos que se metieran en la piel de sus protagonistas: Luna, en la de Marie Curie; Blanca, en la de Leola. Aquí están los textos que escribieron. Os resultarán mucho más hermosos cuando las veáis y las escuchéis en la película documental que pronto estrenaremos.


"Yo no soy Leola. ¿O tal vez sí? O al menos su imagen en este mundo que parece, solo parece, nuevo… Soy la prueba de que el destino puede hacerte cambiar de rumbo como el viento cambiaba la ruta de los marineros que viajaban hacia lo infinito. Porque yo, aun naciendo campesina, acabé con una espada en la mano liderando numerosas batallas y combates. Porque yo, aunque nací ignorante y plebeya, terminé mi vida cosechando palabras en un gran libro.
En una época de barbarie e imposiciones religiosas fui capaz de tomar mis propias decisiones y elegir mis creencias y, por ello, las riendas de mi vida.
Las circunstancias me han hecho una mujer fuerte, independiente y con el coraje suficiente para alcanzar logros que solo unos pocos locos valientes serían capaces de rozar. He viajado por la senda del tiempo tanto con una coraza de hierro como con una saya y bonetes azules; tanto con verdaderos amigos como con enemigos que acechaban a mi espalda; tanto feliz por encontrar una cálida y esperada tregua como desgarrada por contemplar una tierra inhumana y desolada repleta de cadáveres que eran historias inacabadas por la guerra." (Blanca como Leola)


Soy Madame Curie. Pionera en el mundo de la ciencia. Ganadora de dos premios Nobel. Y humana, por encima de todo.  Ninguno de estos logros puede equipararse a la hazaña que supuso para mí superar la muerte de mi marido.
 Recuerdo con bastante nitidez  aquel momento en el que todo cambió. Toda aquella felicidad que tanto sacrificio me había costado se esfumó. Solo sentía dolor, mezclado con un frío del que sentía que nada podía salvarme. Esa clase de dolor que no se puede expresar con palabras solo lo entendemos los que llevamos esta carga.
 La labor de dejar ver a la persona más allá de sus descubrimientos, explorando mis pensamientos más ocultos, solo podía llevarla a cabo alguien como Rosa, tan real y tan ficticia como yo,  porque ella conoce mi dolor y ha sido capaz de meterse en mi piel.
 Luchadora, esa es la palabra con la que me gustaría ser recordada. (Luna como Marie Curie)



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