29 de mayo de 2017

Tan sólo 24

 24 años separan a Emmanuel de Brigitte Macron; los mismos años que a Donald Trump de Melania.


La historia de la pareja Macron es todo un escándalo amoroso. Ella era profesora de Lengua y de Teatro, de 39 años, casada y con tres hijos. Su inteligencia, su interesante conversación, sus intereses y un proyecto de final de curso hicieron que el joven estudiante de 16 años se enamorara de su profesora. Como os podéis imaginar, aquello provocó todo un boom. Los padres de Macron lo enviaron lejos de allí, pero él prometió volver a por su profesora cuando fuera un poco mayor, independiente de sus padres. Y así fue, y ahí siguen. Ella es su apoyo incondicional, toda decisión la comenta con ella, y quiere que ambos estén uno al lado del otro, ni delante, ni detrás; a la par.  
Hoy en día, el hecho de que ella tenga 24 años más sigue siendo todo un trauma para la prensa y los críticos del corazón. El aspecto jovial del presidente choca con el aspecto más “gastado” de su acompañante. Brigitte y Emmanuel Macron van contra natura; invierten el orden establecido a la hora de elegir a su compañero de vida.

En la otra cara de la moneda,  tenemos a la pareja Trump. El presidente es el que goza de 24 años más que su pareja. Pero claro: Melania aporta una cara bonita, una presencia espectacular; y entre los dos y un hijo, forman una estampa familiar modelo.
Y aquí no criticamos el aspecto de Donald Trump, ¿verdad? Que el hombre sea mayor no es criticable, es lo normal. Porque muestra la superioridad del macho, el control que tiene sobre su pareja; enseña quién tiene el poder y la voz cantante en la relación. ¿Patriarcado? Para nada.  

Probablemente estas dos parejas no sean las primeras ni las únicas en ser criticadas por los medios de comunicación; de hecho, son un caso más. Y lo que realmente se está criticando y valorando, es a las mujeres, su edad, su aspecto. Creo que debemos ser  como yogures o galletas. Llegada una fecha, mejor tirarnos a la basura porque ya no estamos buenas.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿seremos viejofóbicos? ¿Tendremos miedo a envejecer, a perder los signos joviales que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida?
Pues no, no lo somos. Porque no tenemos miedo de hacernos mayores. Sólo nos espanta la vejez femenina. Desde pequeñas estamos sufriendo las consecuencias de crecer. Perder la imagen de niña, de la pureza, es lo que nos hace inservible a los ojos masculinos.

La primera crema antiarrugas es como el primer tampón, signos de la edad que provocan en nosotras miedo y vergüenza, porque los años están haciendo efecto en nuestros súper cuerpos de revista.
Somos nosotras las que sufrimos la belleza como una puñalada, porque tenemos que conservarla pase lo que pase, pasen 10 o 100 años. Elimina arrugas, ojeras, patas de gallo, barriga, piernas, culo. Mantente cómo una muñequita y no estropees la imagen de tu marido  con tus años. Sé tú misma pero ni se te ocurra cumplir años. Y si lo haces, opérate o quítate de en medio porque eclipsas con tus kilos de más los cuerpos cañones de los "fofisanos" de la tercera edad que se dedican a dar patadas a un mundo ya de por sí convulso. 
Andrea Figueroa Estrada, colaboradora del grupo Aequitas25

25 de mayo de 2017

Nacido por encargo

Elton John, Michael Jackson, Miguel Bosé, Sofía Vergara, Robert de Niro y Cristiano Ronaldo, entre muchos otros, son algunas de las celebridades que han acudido a la tan extendida práctica de la gestación subrogada como medio para conseguir un hijo.

¿Qué es la gestación subrogada?

“Se la describe de muchas maneras: vientres, úteros o madres de alquiler, gestación por sustitución, maternidad subrogada. Es el proceso por el cual una mujer se compromete mediante un contrato a ser fecundada mediante una técnica de reproducción asistida, para llevar a cabo una gestación y renunciar a su hijo en favor de otros”, contesta el doctor del Hospital Universitario Central de Asturias cuando es entrevistado acerca de este tema.



En otras palabras: una mujer ofrece su cuerpo, su vida, su tiempo y su vientre, para ser portadora del hijo de otra persona a cambio de una compensación económica.

Una gran mayoría comparte la opinión de que este método es totalmente aceptable y que debería ser legalizado en países como el nuestro – donde la ley obliga a dejar constancia en la partida de nacimiento del recién nacido de la identidad de la madre biológica, a diferencia de en los países donde es más común esta práctica, que sólo figuraría el nombre del “cliente” que alquila el vientre.  Sin embargo, algo que parece tan normal, lícito y sin turbidez alguna, se vuelve todo lo contrario al ser llevado a un análisis profundo de las causas y efectos que tiene el uso de un útero de alquiler.
El procedimiento llevado acabo por las empresas que se dedican a esto es muy sencillo: en primer lugar el cliente escoge a las mujeres que por su genética (físico) tienen características más atractivas para su futuro hijo.  A continuación se procede a la fecundación artificial de las madres elegidas; que serán tratadas por psicólogos y terapeutas durante todo el embarazo para prepararlas para deshacerse de su hijo en el mismo momento en que nazca, si es que hay forma alguna de estar preparada para hacer eso. 

Hasta ahora todo bien, ¿no? Pero ¿qué pasaría si os dijera que el cliente, tras las primeras ecografías en las que se pueda apreciar la apariencia de su bebé, tiene el derecho a ordenar que aborten aquellas madres cuyos fetos no le satisfacen? Ahora no todo está tan bien.  Se puede pensar que aquellas personas que se ofrecen para este “trabajo” lo hacen con total libertad y saben a lo que se enfrentan, pero ¿realmente vamos a auto convencernos con esa pobre argumentación? ¿A caso alguien haría esto si no se viera en una situación de necesidad extrema que le obligara a tomar estas medidas?  Es exactamente lo mismo que la prostitución por “libre albedrío” – una falacia.

A estas alturas ya algunos estaréis pensando en el porqué de tanto lío, existiendo métodos alternativos como son adoptar y hacer parte de tu familia a un niño necesitado y falto de cariño.  Es aquí donde entran en juego una arcaica sociedad junto con una obsoleta legislación que dificultan enormemente, poniendo trabas hasta por el más mínimo detalle, la adopción por parte de padres solteros, o parejas del colectivo LGBT. 

Si las mentes se abrieran, la sociedad avanzara, y la gente madurara, la diferencia entre adoptar un niño para una pareja heterosexual y una homosexual sería inexistente.  Los vientres de alquiler serían innecesarios.  Muchas cosas cambiarían, y esto es sólo uno más de los muchos problemas que nos quedan por resolver.  Tenemos mucho trabajo por delante.


Aun así, si alguien sigue pensando que las madres de alquiler no son problema alguno, o simplemente no logra entender mi punto de vista, lo invito a leer esta entrevista donde queda todo mucho más claro.

Fernando del Águila, colaborador del grupo Aequitas25

24 de mayo de 2017

Hala y Saffie: ¿dos víctimas iguales?

Para Hala.

Saffie tenía 8 añitos y acudía al colegio en Lancashire. La mala suerte de estar en el sitio equivocado en el momento inoportuno se la llevó. Ella y las restantes víctimas en Manchester, aquellas que sufrieron las consecuencias del odio que carcome al mundo entero; estarán siempre presentes en nuestros pensamientos.
La cara y cruz de un acto tan atroz contra una presumible minoría de niñas y adolescentes ha sido una admirable respuesta nacional e internacional de solidaridad. Una habitación por Manchester para acoger a las personas extraviadas; héroes anónimos que se encontraban en la zona; colas y colas de donantes; complicidad con las víctimas y familiares… Una sociedad conocida por su frialdad en las relaciones personales se convierte en segundos en un ejemplo mundial de humanidad.
Y sin embargo, con cada palabra, cada acto y cada lágrima un trocito mas de mi corazón se muere. Hala no fue tan importante como Saffie. Hala tenía 8 añitos y murió en la guerra de su país, Siria. ¿La causa? La misma. Odio. ¿Su inocencia? La misma. ¿Su culpa? Ninguna. ¿La atrocidad de su muerte? Tan grave como la de Saffie y la del resto de víctimas en Manchester, Londres, Berlín, Bruselas y un largo etcétera. No recuerdo que nadie guardase un minuto de silencio por Hala. Nadie donó una gota de sangre ni dedicó unos segundos en antena en su homenaje. Nunca la dio a conocer, ni nadie nunca lo hará. Y lo que es peor: a nadie parece importarle.
Los hechos de Manchester has sido graves, muy graves. Pero no más graves que la ausencia de Hala. 
Ya basta de tanta hipocresía. Ya basta de tanta insensibilidad hacia lo que no nos toca porque está lejos. Ya basta de tanto odio. Y ya basta de combatir odio con odio. Salman fue un hijo de nuestro odio y su culpa la compartimos todos.

¿Cuántas Saffies y cuántas Halas hacen falta para que nos demos cuenta? 

Clara Marina, colaboradora del grupo Aequitas25

20 de mayo de 2017

¿Salir del armario...?

No serán pocos los que se pregunten el sentido de la celebración del orgullo LGTB hoy en día, en pleno siglo XXI. Somos tan modernos, tan tolerantes y tan respetuosos...Es cierto que en muchos países el matrimonio homosexual no sólo no está permitido, sino que es un delito que está castigado en los peores casos con la muerte y en los "mejores" con restricciones a la libertad de expresión y de asociación del individuo en cuestión. Pero no pasa nada, nosotros hemos cumplido; en nuestro país está legalizado.


Sin embargo, que algo esté permitido legalmente no quiere decir que sea aceptado por la sociedad. No tenemos pena de muerte, no somos tan sofisticados. Tenemos matones de grupos fascistas de extrema derecha que se dedican a dar palizas a personas del colectivo LGTB por el simple hecho de serlo. Dentro del marco de la tolerancia española podemos encontrar, entre otros, uno de nuestros clásicos: familias rotas por cuestiones de orientación sexual y "decepciones".

No hace falta irse tan lejos. No irse a cazar gays ni desheredar a tus hijos por serlo no es suficiente para sacarse el título de tolerancia. Sigue leyendo.


Día a día estamos rodeados de situaciones y palabras homófobas sin darnos cuenta, pasándolas por alto. 


"Yo respeto al colectivo LGTB" ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase como garantía de tolerancia? El hecho de ser homosexual no implica que tenga que "merecer" ningún tipo de respeto especial o extra por parte de nadie. Respeta a las personas, sus orientaciones sexuales no son determinantes en este asunto.


"A mí me dan igual los gays, pero que no me miren." Estos pensamientos no sólo son homófobos, sino que además denotan cierto narcisismo. Ni hombres, ni mujeres van a colarse por ti con una mirada. 


Pero, sin duda alguna, una de las mayores evidencias de la presencia de la homofobia en nuestra sociedad es la acción conocida coloquialmente como "salir del armario". ¿Por qué? ¿Por qué si no eres heterosexual estás obligado a anunciarlo? Porque desde el mismo momento en el que nacemos, se nos asigna la orientación heterosexual, y es aquí donde está uno de los mayores impedimentos para erradicar la discriminación del colectivo LGTB. Nadie debería presuponer la sexualidad de nadie. Todos tendríamos que poder ser libres de descubrir en su justo momento (la adolescencia probablemente) qué nos gusta y qué no nos gusta, sin ningún tipo de presión o represalia. 


Finalmente, no podría olvidarse el colectivo que más discriminación sufre hoy en día: las personas transexuales. Este grupo va pasos por detrás del resto de miembros de LGTB en cuanto a igualdad y aceptación social. Todavía nos cuesta entender que la identidad de género (al igual que la orientación sexual) no se puede elegir, y no todos tienen la suerte de nacer con los órganos sexuales que corresponden a dicho género.


Efectivamente, este día sigue siendo sumamente necesario. Tras siglos de clandestinidad, los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales reivindican el derecho de salir a la luz, de ser libres. Y orgullosos.


Luna Jiménez

Colaboradora del grupo Aequitas25

17 de mayo de 2017

Machismo a 1€

     ¡Dios mío, es una mujer! Así decidió titular su autobiografía Nancy Bird (1915-2009), una de las primeras mujeres piloto de la aviación comercial. El título es la frase que le dijo un pasajero cuando vio que era ella la que estaba a los mandos del avión. En aquella época se creía que las mujeres no tenían las aptitudes necesarias para volar, pero ¿hemos cambiado ese prejuicio? Obviamente y la vista de la imagen que ilustra esta entrada, no lo suficiente.

      Aún se considera que la profesión de piloto no es apta para mujeres debido entre otras cosas a la dificultad que tiene compaginar la vida laboral con la vida familiar, como si los hombres no tuvieran que hacerlo. Por otro lado es aceptado mayoritariamente que las TCPs (tripulantes de cabina de vuelo/azafata) tengan que lidiar con ese mismo problema; es decir, pasar el mismo tiempo fuera de casa que sus compañeras piloto, y aún así se les considere válidas para su trabajo. No ocurre lo mismo con las mujeres piloto que tiene que demostrarlo cada vez que cogen los mandos de un avión.

      Esta dificultad la vivió en primera persona Betina Kadner. Su incorporación a la aviación comercial en nuestro país no fue fácil. En 1969 con 22 años consiguió la modificación del reglamento que impedía pilotar aviones civiles a las mujeres y obtuvo el título de piloto comercial. Durante una década fue la única mujer en las cabinas de avión en España y en varias ocasiones tuvo que oír como algunos compañeros le decían por radio “Betina, a la cocina”. Ya en 1998 consiguió ser la primera mujer comandante en nuestro país pilotando un Airbus 320.

      En la actualidad, según datos del SEPLA (sindicatos español de pilotos de línea aérea), existen aproximadamente unos 6000 pilotos en España, de los que 200 son mujeres, es decir, un 97% frente a un 3%. Esta diferencia queda muy lejos de la de otras profesiones mayoritariamente masculinas en el pasado, como por ejemplo arquitectura donde el porcentaje es de 70% hombres frente al 30% de mujeres. Estas cifras subrayan la necesidad de potenciar dentro del sector aeronáutico el papel de la mujer en la aviación comercial.

      Por último, como dato esperanzador, este año en la escuela de pilotos AEROTEC de Sevilla se han matriculado 10 alumnos, de los cuales 2 son chicas. Esperemos que este número vaya incrementándose en los próximos años y cada vez nos resulte más corriente encontrarnos mujeres en la cabina de un avión.
     
        Desde aquí os invito compañeros y compañeras a dar ideas (dentro de la legalidad) de cómo hacer que quiten ese cacharrito que incita a la desigualdad de sexos y prejuicia las aptitudes de las mujeres en la aviación. Por si queréis verlo e indignaros en vivo está situado en el parque comercial Vega del Rey en Camas.

Daniel Claros Montes, colaborador del grupo Aequitas25

9 de mayo de 2017

Una de machismo con risas

Las alumnas y alumnas de 3º de ESO de PMAR han hecho algo grande. Estamos habituados a tratar, desgraciadamente, el machismo y sus muchas manifestaciones y consecuencias. Denunciamos constantemente. Intentamos concienciar. Sin embargo, este grupo lo ha hecho de otra manera: ha trabajado mucho y con constancia para hacernos caer en lo mismo a partir de una pequeña comedia. Entre planchas anda el juego, se llamaba la obra, de la Cía MisPemares. Y con la valiosa colaboración de cuatro miembros del grupo Aequitas25 se abrió el telón y empezó la magia. Nos reímos. Mucho. Pero seguro que a más de uno/a le hizo pensar... Es lo que pretendían.
Gracias desde aquí a estas personas maravillosas que nos hicieron felices durante media hora.
Gracias a Lucía, por las fotos; y a Hipólito, por el montaje.
Y, por supuesto, gracias al público. Que sin público no hay teatro.