25 de septiembre de 2017

Aclarando conceptos

¿Qué es el feminismo? Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul...

No, no somos poetas del siglo XIX, somos dos chicas que pretenden aclarar de una vez por todas términos que hoy día se utilizan libremente en la mayoría de los casos sin ser conscientes del significado.

La lucha feminista tiene como objetivo la LIBERACIÓN de la mujer de la presión social que lleva sobre sus hombros, lo que da como resultado la IGUALDAD entre hombres y mujeres. Para ello, debemos reivindicar los derechos que a lo largo de la historia la sociedad patriarcal nos ha prohibido por nuestro género. El término no podría ser más simple e intuitivo de entender, pero, viviendo en este tipo de sociedad, es normal que aparezcan malentendidos o se quieran crear nuevos términos con tal de no usar la palabra feminismo.

El feminismo molesta, estorba, sobra porque interrumpe y rompe esquemas. Una y otra vez. Hay que apartarlo porque no beneficia a los de arriba, y es entonces cuando aparecen términos tipo “antimachismo”.

Además, el feminismo es peligroso. Los movimientos nuevos crean rechazo por el simple hecho de ser nuevos, pero a veces también crean curiosidad. Al Estado le cuesta mucho que los ciudadanos perdamos la curiosidad y las ganas; por lo tanto el hecho de que una persona (especialmente una mujer) se informe y acabe uniéndose al movimiento, puede significar la diferencia entre seguir con el control o que éste se tambalee. Debido a este miedo, a menudo aparecen términos para desacreditar a las feministas que exponen sus ideas de una forma poco apetecible para la sociedad, como es el caso del “hembrismo”.

Actualmente se utiliza con frecuencia el término ''hembrismo'' como una analogía al machismo, es decir, la superioridad/odio de la mujer frente al hombre. Nada más lejos de la realidad, EL “HEMBRISMO” NO EXISTE. Como Conchi tuvo que aclarar en una clase, el hembrismo no existe básicamente porque no hay un sistema que lo sustente .El machismo surge en una sociedad patriarcal y misógina que infravalora a la mujer en todos los aspectos, sean culturales, científicos, económicos...

Sólo podemos hablar de opresión real cuando un sistema apoya esta opresión. Para que comprendáis mejor lo que exponemos, vamos a añadir otro ejemplo: el “racismo inverso” no existe. No porque no haya personas racializadas que odien a otras personas blancas, sino porque este odio no ha causado una serie de actitudes, practicas sociales y creencias que justifiquen o promuevan el mantenimiento de conductas contra las personas blancas.
Esto sí lo han producido el racismo y el machismo.

Por ello podemos afirmar rotundamente que el hembrismo no es más que una invención de esta sociedad misógina que pretende ensuciar el nombre del feminismo.

¿Cuál será el próximo término que se utilice para desacreditarnos?

Conchi Tabares Fernández y Blanca García Macías,colaboradoras de Aequitas25 

2 comentarios:

  1. Let's walk together in favour of true gender equality!

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  2. Gracias por la explicación. Cuando los poderosos no quieren que algo evidente se entienda no hacen más que inventar nuevos conceptos innecesarios y perversos para oscurecer lo que está más claro que el agua, o ideas absurdas que entran en nuestra mente desde que somos pequeños. Por ejemplo, mucha gente, hablando de pobreza, suele pensar que los pobres -que encima son malos- son pobres porque les gusta ser pobres -y malos-. ¡Pues qué bien! Nos alejamos de ellos y problema resuelto.

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