8 de marzo de 2018

8M

No sufro la brecha salarial, pero miles, millones de mujeres en el mundo la padecen. En mi casa hay reparto de tareas; en la mayoría de los hogares españoles no. He cuidado a mi madre durante años, sin medidas de conciliación y con la lengua fuera. Sin cobrar, faltaría más. He compartido ese camino con mi pareja. Pero soy una excepción.  La mayor parte de los cuidados en España (y en un montón de países) está en manos de las mujeres. A costa de sus trabajos, de sus no pensiones, de sus estados de salud. No me han violado ¿Hace falta que ponga cifras? 
En mi centro se trabaja mucho y bien para la igualdad. Pero aún hay machismo.
Estoy harta de tener que hacer trabajos sobre mujeres porque las mujeres no aparecen en los libros de textos. Y defender que la palabra feminismo no es un insulto ni designa una enfermedad ni una ideología radical. Y seguir escuchando en algún pasillo que las mujeres nos lo vamos buscando. Y de muchas cosas más. Esto es una huelga por hartazgo
No hago huelga solo por mí. La hago por todas las mujeres. Porque no hay igualdad real. Porque estamos muy lejos de conseguirla. Y también la hago por los hombres.Porque esta lucha no es contra los hombres. Porque tienen el derecho y la obligación de vivir en una sociedad igualitaria. Soy una privilegiada por contar en mi trabajo con un equipo muy grande que persigue lo mismo que yo. Y en ese grupo hay hombres maravillosos. Quiero que sean mayoría. Quiero que seamos mayoría quienes nos creemos esto y luchamos por esto. Esto se llama equidad. Y justicia, que me lo enseñó Germán.
Todo suma: la huelga; el paro que el Juande hace de una a dos; las acciones reivindicativas con los alumnos y alumnas; el trabajo en tutorías y otras clases sobre la desigualdad en el ámbito laboral...
Esto es solo un principio más. En la historia del feminismo ha habido muchos principios. Este es otro.
Nos vemos en la calle. 

4 de marzo de 2018

Techo de ¿cristal?

Hay quien piensa que es una ficción, una pesadez más de las pelmazas de las feministas (qué pesadas, qué aburridas, qué amargadas...)
Aquí están los datos. Este trabajo es del Coordinador de Coeducación del IES Los Álamos, un hombre feminista. Le agradezco mucho que lo comparta con nosotras y con nosotros.