Cada
vez que una mujer se dispone a comprar algo de ropa tiene que
enfrentarse al frecuente dilema ''¿Qué talla me vendrá bien?''.No
es necesario comentar que todas hemos observado que dependiendo del
fabricante,marca,tienda,etc nuestra talla puede variar pero,¿sabemos
realmente por qué?
Esta
situación está creada por las multinacionales textiles para
reforzar la visión irreal que una persona tiene de sus propio cuerpo
pudiendo crear así diversos trastornos alimenticios.Por ello,el
Ministerio de Sanidad y Consumo hace años encargó un estudio para
unificar las tallas,un estudio que tomó medidas a 10.415 mujeres de
12 a 70 años de 59 municipios de toda España.
Así
el Corte Inglés,Inditex,Mango,la Asociación de Creadores de Moda de
España,Carrefour,la asociación de patronistas gallegos y el
Instituto de Innovación del Textil de Andalucía acordaron unificar
las tallas según los resultados de aquel estudio.Pero nada más
lejos de la realidad:nos encontramos en el último mes de 2016 y tener
una talla única en la cual te sientas cómoda en todas las tiendas
es,desgraciadamente,una lejana utopía.
No
puedo evitar preguntarme a mí misma ¿por qué?.Esto se reduce a una
simple estrategia comercial más,pero es bastante complicado poder
hablar de ello cuando empresas como Mango,que es totalmente
hermética,o Inditex se nieguen a hablar sobre sus estrategias
comerciales para,en mi opinión,evitar verse salpicados en
escándalos.
Pero
no hace falta que hablen ellos.Yo me vi envuelta hace años como una
de las muchas adolescentes más en el oscuro mundo de los
trastornos alimenticios. No hace falta que narre mis horribles
experiencias en esta etapa,pero sí quiero hablar sobre una
conversación que tuve este verano con mi psicóloga ( a la cual
empecé a visitar por culpa de este problema).Me comentó que una
conocida suya trabaja en una de estas multinacionales y observaba
cómo las tallas cada vez variaban más.Al estar familiarizada con el
mundo de la moda y con sus proveedores se atrevió a preguntar y a
investigar sobre tal tema,tras la cual recibió una respuesta tan
cruel y tan fría a la vez que cierta:''Se
hace así porque ellas son presas fáciles''.
¿Presas fáciles?¿Es así como nos ven desde arriba los grandes empresarios de la industria textil?''Hay chicas obsesionadas con su cuerpo. Tienen terror a comerse un trozo de tortilla porque creen que engordarán 6 kilos de inmediato. Si ven que una talla en una tienda les cabe pero en otra no,refuerzan la idea errónea de que su cuerpo cambia de una semana a otra'',explica Julia Vidal,psicóloga clínica experta en trastornos alimenticios. Una chica con estos problemas comprará donde el pantalón tenga menos talla,''porque así demostrará que responde al modelo de cuerpo delgado'',justifica Vidal. Se autoengañará.

Muchas multinacionales han hecho caso omiso a las peticiones del gobierno de poner en los maniquíes la talla 38 y evitar que la 46 se considere ''talla especial''. Estas empresas (normalmente extranjeras) suelen sacar justificaciones de todo tipo para no modificar las tablas de tallas en nuestro país. Podemos poner como ejemplo a H&M que,al ser sueca,explica que su ropa está hecha para mujeres de su país (generalmente con un tamaño más grande que el nuestro) y que al ser distribuida a otros países no realizará ningún cambio.
Por
ello me encuentro escribiendo esta entrada sin poder evitar que una
expresión de indignación se pose en mi rostro.
Porque
estas empresas solo buscan hincar el diente.
Porque
todavía no hemos conseguido que nos tomen en serio.
Porque nos incitan a vivir de una forma no saludable.
Porque
he sufrido como muchas mujeres por culpa de esto.
Porque
consiguen que nos sentamos inseguras con nuestro cuerpo.
Porque
nuestra salud está por encima de sus ventas.
Porque,una
vez más,debemos alzar la voz ante una injusticia.
Blanca García Macías,colaboradora de Aequitas25.