5 de julio de 2014

Cuídate

"Tenéis la obligación moral de ser felices", les decía hace poco a mis alumnos de 4ºESO. No es algo que yo me haya inventado. Personas mucho más importantes que yo lo han dicho antes. Solo que ahora lo creo firmemente. No resulta fácil: la crueldad y los horrores que observamos en este mundo que habitamos son innumerables y en este blog se han denunciado muchos de ellos con la esperanza de concienciar a los lectores y ayudar a cambiar, al menos, nuestro pequeño entorno.
Se puede luchar contra la barbarie humana: mediante la belleza, el arte, la solidaridad, la generosidad.Pero para ello necesitamos mirar constantemente las cosas hermosas que nos regala la vida. Necesitamos cuidarnos para ser fuertes y felices y afrontar los retos que nos esperan. Necesitamos ser optimistas, no ilusos, para no dejarnos vencer por el desánimo y la apatía.
Esta entrada está especialmente dedicada a tres mujeres fantásticas. A una de ellas, Carolina, tuve el gusto de darle clase hace ya unos añitos (ejem, no concretemos...). Han emprendido un proyecto maravilloso , Buentrato, que pretende potenciar un cambio en las relaciones apoyándose en tres pilares: la igualdad, la creatividad y la felicidad. Y para ello, como explican ellas mucho mejor que yo, hay que empezar queriéndose a uno mismo, a una misma. Fuera relaciones posesivas, cánones de belleza que nos esclavizan, príncipes que nos salvan o princesas que son dulces y tontorronas. Bravo por las vidas sanas, por la autoestima, por el amor como algo enriquecedor y no envilecedor. Lejos las personas tóxicas y muy cerca las que nos ayudan a sentirnos bien, a ser lo que somos, seres únicos y especiales.
Gracias a estas mujeres y a otras muchas personas que están en esta línea, este mundo es habitable. Ellas nos ayudan a creer que otra forma de ver y vivir es posible. Y que para cambiar el mundo hay que empezar por nosotros mismos.
Así que desde aquí os mandamos nuestra admiración y nuestro apoyo.Nuestra más sincera enhorabuena, Carolina, Laura y Mariola. Os deseamos mucho éxito en vuestro proyecto.
Y para "hacerles caso", vamos con los deberes del verano: simplemente, cuídate. Sé todo lo feliz que puedas.

30 de junio de 2014

Aire y agua

El aire que no valoramos, ese "aire que exigimos trece veces por minuto", el aire que es gratis, el aire necesario y supuestamente al alcance de todos no es, sin embargo, un derecho de todos los seres humanos. Porque por falta de aire acaban de morir 30 personas hacinadas en una barcaza cuando intentaban alcanzar las costas de una Europa marchita que insiste en mirar hacia otro lado.
El agua del mar que representa para nosotros placer y libertad, la playita en la que disfrutamos del sol y el aire salado, el mar en el que navegan hermosos veleros azules y blancos es una barrera y una tumba para miles de seres humanos.
Los medios no paran de hablar de inmigrantes ahogados, asfixiados, rescatados, enterrados, repatriados. Los inmigrantes son personas como nosotros que han tenido la desgracia de nacer "al otro lado". Los inmigrantes son seres humanos como nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros hermanos que vienen de una tierra donde la muerte es parte de lo cotidiano.
Ya está bien de hablar de inmigrantes. Basta ya de tanto cinismo y tanta hipocresía. Hastiada de no saber cuál es la solución cuando la UE encuentra salidas para otros problemas que no tienen la más mínima importancia en comparación con este infierno real. Asqueada de la prepotencia del Norte sobre el Sur, de los países desarrollados sobre los subdesarrollados, de los ricos sobre los pobres. Y, por supuesto, avergonzada de ser una privilegiada que poco hace aparte de sentir compasión y dar gritos al aire.
Inmigrantes asfixiados no: hombres y mujeres muertos por no tener aire que respirar.

25 de junio de 2014

Ana María Matute

"Érase una vez un hombre bueno, solitario, triste y soñador: creía en el honor y la valentía, e inventaba la vida. San Juan dijo: «el que no ama está muerto» y yo me atrevo a decir: «el que no inventa, no vive». Y llega a mi memoria algo que me contó hace años Isabel Blancafort, hija del compositor catalán Jordi Blancafort. Una de ellas, cuando eran niñas, le confesó a su hermanita: «La música de papá, no te la creas: se la inventa». Con alivio, he comprobado que toda la música del mundo, la audible y la interna —esa que llevamos dentro, como un secreto— nos la inventamos. Igual que aquel soñador convertía en gigantes las aspas de un molino, igual que convertía en la delicada Dulcinea a una cerril Aldonza. Inventó sensibilidad, inteligencia y acaso bondad —el don más raro de este mundo— en una criatura carente de todos esos atributos." 
"Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que trasmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he inventado."
(Fragmentos del discurso de Ana María Matute al recibir el premio Cervantes en 2011)
Si quieres leer el discurso entero puedes hacerlo aquí y si quieres saber algo más sobre su vida, su obra y su muerte pincha aquí

24 de junio de 2014

Victoria y la excelencia e igualdad en el Juande

Cuando llegué al Juande y asumí la coordinación del proyecto de coeducación, Victoria me pasó una carpeta con el material de cursos anteriores. Me di cuenta inmediatamente de que iba a trabajar sobre un terreno bien abonado; de que ella lideró un equipo de personas que habían hecho ya una labor muy válida; de que nuestra jefa era una feminista convencida que iba más allá de la teoría.
He desempeñado mi función de coordinadora de coeducación con una visión amplia, con la idea firme de que no solo había que fomentar la igualdad entre hombres y mujeres sino la que debería existir entre todos los seres humanos. De ahí las muchas entradas de este blog dedicadas a la inmigración, explotación infantil o discriminación de varios tipos. He intentado cumplir con mi responsabilidad " a mi manera" y he sentido la satisfacción de contar con el apoyo de muchísimos compañeros y compañeras, alumnos y alumnas, padres y madres y personal del PAS. Me siento agradecida a todos ellos y a Victoria y a Paco por haber confiado en mí y haberme dado esta oportunidad.
Pero esta tarde le ha dado vueltas a muchas cosas. He ido al acto de entrega de diplomas en el Juande. Ha sido breve, sencillo y emotivo. Victoria estaba presente con su ausencia, en las palabras emocionadas de Paco Pasión y en el discurso tierno, nostálgico y esperanzador de Cristina Velázquez. Todos hemos sentido el sabor agridulce del acto y hemos arrinconado la tristeza porque los chicos y las chicas del instituto se lo merecían.
Y ¿qué tiene esto que ver con el inicio de esta entrada? Pues simplemente, que yo le he dado más vueltas a todo y me he planteado entre otras cosas que Victoria se merece "homenajes más reales". Me explico un poco. Al entregarse los premios de la excelencia las chicas han sido mayoría aplastante. ¿Qué pasará después con estas mujeres excelentes?  Cuando lleguen a empresas o instituciones, ¿ocuparán puestos de responsabilidad?, ¿cobrarán lo mismo que los hombres?, ¿sufrirán zancadillas por el hecho de ser mujer? Ojalá pudiera decir que no van a tener ningún problema. Pero mucho tienen que cambiar las cosas para que sea así, me temo...
Me consta que Victoria desempeñó su cargo con eficacia, dedicación, entrega y fuerza. Sé que era un pilar fundamental del centro y que asumía muchas más competencias de las que le correspondían. Yo también fui cargo y también tuve actitudes similares a algunas de las que he observado en Victoria. ¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir demostrando que las mujeres podemos hacer las mismas cosas que los hombres y para hacerlo lo tenemos que hacer mejor? No sé lo que sentía Victoria al respecto, pero yo lo percibo así.
La visión femenina (que existe) es fundamental para complementarse con la masculina a la hora de gestionar un equipo de recursos humanos como el que, por ejemplo, hay en un centro educativo. Yo qué sé... En estos momentos siento que en su proyecto, continuado por mí como buenamente he podido, ha fallado algo. Victoria solo ocupaba el cargo de jefa de estudios. Pero ella no era una mujer sino tres o cuatro... Su continua presencia en el centro nos hace sentir que con ella se han ido esas tres o cuatro personas. No acabamos de creernos que el destello rojo de sus rizos no se asome por la puerta de jefatura.
Gracias, Victoria, por tu labor en este terreno difícil de la igualdad. Es evidente que eres irreemplazable.

21 de junio de 2014

Locos, radiantes y felices

La vida se impone. Por muchos golpes duros que nos dé, la vida sigue explotando a borbotones como si fuera un volcán que no se extingue. Y estos locos de las fotos y el montaje nos lo recuerdan a los que ya hace tiempo dejamos atrás el paraíso atormentado de la juventud. Los chicos y las chicas de 4º de ESO celebraron su fiesta la noche de un día demoledor. Pero fueron capaces de asimilar el dolor (cada uno como pudo) y cumplir con su obligación, ser felices. Eso no significa que sean inmunes a la tristeza. Ni tampoco que se tengan que abandonar a la pereza y al viva la vida sin atender al estudio, la solidaridad o el trabajo. Es simplemente que deben, debemos, ser felices a pesar de todo, con todo lo que hacemos y asumir que el sufrimiento es parte del camino.
Aquí los tenéis: locos, radiantes y felices. Enhorabuena. 


Felices, radiantes y locossssssssss on PhotoPeach

19 de junio de 2014

Victoria: In Memoriam


    Ha sido un curso luctuoso.  Hemos sentido cómo los zarpazos de la muerte han  sacudido a compañeras y compañeros que han perdido a sus seres más queridos; los hemos acompañado en su dolor y hemos querido consolarlos con nuestra cercanía y nuestro cariño;  pero  la terrible noticia de hoy nos ha paralizado a todos: Victoria nos ha dejado para siempre. La cada vez más prolongada ausencia de nuestra Jefa de Estudios en su despacho y el halo de misterio que la envolvía  nos hacían presagiar que algo no iba bien, pero a nadie se le pasaba por la cabeza este fatal desenlace.
    Victoria se ha ido como la hemos conocido: con discreción, con entereza, con energía, con valentía, incluso con ese desplante que caracteriza a las personas que no regalan el oído a nadie. No quiso que nadie supiera de su enfermedad repentina y fulminante;  exigió,  manu militari,  a sus más allegados que todo se condujera en la más estricta intimidad, porque estoy seguro de que ella odiaba  tanto el sufrimiento que se negaba a hacerlo extensivo a los demás.  Victoria amaba la vida por encima de todas las cosas; amaba este desdichado planeta en el que sobrevivimos y procuraba transmitir  a sus alumnos  su entusiasmo por la ecología y la conservación del medio ambiente; me consta que en sus clases se sentía a gusto y que con los alumnos se mostraba afectuosa y cercana y ponía todos los medios a su alcance para que terminaran superando la asignatura. Más de una vez nos ha conminado desde la Jefatura de Estudios a considerar otros aspectos no estrictamente cognitivos a la hora de evaluar a nuestros alumnos.  Puede que algunos  compañeros hayamos  percibido más, sobre todo en los últimos tiempos, la dureza de su carácter que la vitalidad y la ternura que reservaba para sus seres queridos. Quizá el ejercicio de su cargo lo exigía así o  tal vez su concepto íntegro de las cosas que le ha llevado siempre a no hacer concesiones a la galería. Síntoma de todo esto era su forma de vestir,  personalísima y rompedora, colorista y vital, que  a veces chocaba con esa aparente dureza de carácter.
    Su muerte inesperada en pleno final de curso supone un  aldabonazo  a nuestras conciencias, una última admonición  de nuestra Jefa de Estudios  para que consideremos que la vida es un milagro fugaz, un ictu  oculi al que frecuentemente rodeamos de complicaciones innecesarias, de juicios sumarísimos, de despropósitos sin sentido.  Su ausencia será un cruel desafío para su familia y para sus amigos.
Hasta siempre, querida  jefa.  
Hipólito, en nombre de todos tus compañeros y compañeras.

Victoria Mena: In memoriam on PhotoPeach

15 de junio de 2014

Palabras de Concha


Concha Colmenero no pudo pronunciar su discurso de graduación, preparado con mimo y eficacia como ella suele hacer con todo. En la cena posterior, prometimos a los alumnos y alumnas publicarlo en los blogs. Ella no quería porque los discursos se escriben para ser pronunciados y no leídos. Tiene razón. Pero nosotros queremos que, de alguna manera, sus palabras lleguen a las personas para las que lo hizo. Concha es una profesora y compañera excepcional y una persona honesta, que no es decir poco; todos lo sabemos. Además, es una oradora magnífica.
Así que imagínenla... Se levanta con elegancia, se ajusta las gafas para no parecer tan tan joven, sonríe al público, le chispean los ojos y comienza a hablar. Le cuesta mantenerse quieta porque ella baila, representa, canta cuando pronuncia un discurso. Algunos sonríen en el patio de butacas; otros disimulan la emoción como pueden; a veces nos ponemos serios y otras nos reímos abiertamente. Cuando Concha termina de cantar su discurso, todos los que estamos allí nos sentimos... de otra manera. Alguna un poco más ordinaria que lo que se estila en el Juande se pone a gritar: "¡Guapa! ¡Que cante un bolero!"... Y tras un instante de vergüenza inicial, la gente sigue a la gritona. Concha tarda dos minutos, no más, y con el micrófono en mano, canta...
Eso, tal vez, es lo que nos perdimos. Pero sus palabras están aquí, para que las leamos. Y el montaje de fotos va de regalo, por su bienhacer y el retraso en publicar esta entrada... 
Por favor, no lean el discurso; vívanlo.

Parole, parole... on PhotoPeach

8 de junio de 2014

Aunque no venga a cuento...

Entrega de premios Open Matemáticas en el Juande on PhotoPeach




                                                        
... con los contenidos habituales de este blog, también queremos hacernos eco de todas las iniciativas que estimulan el trabajo en grupo, el reto, el esfuerzo y las ganas de hacer cosas nuevas.
Y eso es lo que ha hecho nuestro compañero de Matemáticas José María con el apoyo de su departamento: invitarnos a pensar, a darle vueltas a cuestiones que a más de uno nos parecían imposibles, a interesarnos por pensar y saber más, a reirnos como chiquillos en un concurso; en definitiva, a hacer de nuestro lugar de trabajo y estudio un espacio más feliz.
Muchas gracias.