"Tenéis la obligación moral de ser felices", les decía hace poco a mis alumnos de 4ºESO. No es algo que yo me haya inventado. Personas mucho más importantes que yo lo han dicho antes. Solo que ahora lo creo firmemente. No resulta fácil: la crueldad y los horrores que observamos en este mundo que habitamos son innumerables y en este blog se han denunciado muchos de ellos con la esperanza de concienciar a los lectores y ayudar a cambiar, al menos, nuestro pequeño entorno.
Se puede luchar contra la barbarie humana: mediante la belleza, el arte, la solidaridad, la generosidad.Pero para ello necesitamos mirar constantemente las cosas hermosas que nos regala la vida. Necesitamos cuidarnos para ser fuertes y felices y afrontar los retos que nos esperan. Necesitamos ser optimistas, no ilusos, para no dejarnos vencer por el desánimo y la apatía.
Esta entrada está especialmente dedicada a tres mujeres fantásticas. A una de ellas, Carolina, tuve el gusto de darle clase hace ya unos añitos (ejem, no concretemos...). Han emprendido un proyecto maravilloso , Buentrato, que pretende potenciar un cambio en las relaciones apoyándose en tres pilares: la igualdad, la creatividad y la felicidad. Y para ello, como explican ellas mucho mejor que yo, hay que empezar queriéndose a uno mismo, a una misma. Fuera relaciones posesivas, cánones de belleza que nos esclavizan, príncipes que nos salvan o princesas que son dulces y tontorronas. Bravo por las vidas sanas, por la autoestima, por el amor como algo enriquecedor y no envilecedor. Lejos las personas tóxicas y muy cerca las que nos ayudan a sentirnos bien, a ser lo que somos, seres únicos y especiales.Gracias a estas mujeres y a otras muchas personas que están en esta línea, este mundo es habitable. Ellas nos ayudan a creer que otra forma de ver y vivir es posible. Y que para cambiar el mundo hay que empezar por nosotros mismos.
Así que desde aquí os mandamos nuestra admiración y nuestro apoyo.Nuestra más sincera enhorabuena, Carolina, Laura y Mariola. Os deseamos mucho éxito en vuestro proyecto.
Y para "hacerles caso", vamos con los deberes del verano: simplemente, cuídate. Sé todo lo feliz que puedas.
Leyendo esta entrada me ha venido a la memoria una de las viñetas de Mafalda que leía de pequeña, en la cual su madre le dice que no le abra la puerta a nadie, y ella, ingenua, le pregunta ¿y si es la felicidad?.
ResponderEliminarHoy en día ese es nuestro mayor reto, poder encontrar algo que nos haga feliz, y aunque no nos demos cuenta, todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida es por y para alcanzar ese fin. Es debido eso que estudiamos muy duro para entrar en la carrera que nos gusta y poder trabajar en lo que queremos y tener todo lo siempre hemos soñado. Vivimos día a día intentando seguir un plan que hemos escrito o que nos han impuesto sin pararnos a preguntarnos si realmente somos felices, simplemente porque no hay tiempo para hacerlo. Creyéndonos que tanto en la vida real, como en los cuentos de hadas existen los “vivieron felices para siempre”.
Ser o no ser feliz personalmente creo que es una cuestión de como vemos las cosas. No es fácil vivir en el tiempo que nos ha tocado, con todas nuestras preocupaciones y tantísimas desgracias pasando al rededor nuestra, debido a que simplemente por empatía, esas cosas nos afectan. Pero a pesar de todo esto, hacemos parecer las cosas mucho mas complicadas de lo que realmente son. ¿Por qué aferrarnos a eso que no nos da la felicidad?
Deberíamos dejar todo eso que nos causa preocupaciones a un lado, aunque sea el tiempo necesario para admirar una obra de arte, escuchar una de tus canciones favoritas o hablar con alguna persona que te saque sonrisas fácilmente. Ser feliz no es cuestión de tener mucho, si no de saber apreciarlo, dicen que no es mas rico el que mas tiene si no el que menos necesita. Tendríamos que apreciar mas esas cosas pequeñas que tenemos cerca, ya que a veces pasan desapercibidas.
Quizá todo lo que planeamos para poder llegar a ser felices no sea necesario, posiblemente lo único necesario sea volver a ser esos ingenuos niños otra vez, dejando la puerta abierta para que la felicidad entre en nuestras vidas.