15 de mayo de 2016

Y DAVID GANÓ A GOLIAT


En 1944, el gobierno estalinista mandó deportar a más de 200.000 tártaros de la península ucraniana de Crimea, llevándolos como animales enjaulados, sin comida ni agua, a Centroasia. De esos 200.000, más de 40.000 murieron en condiciones inhumanas y otros muchos fueron arrojados desde camiones de carga como si de cualquier cosa se tratase. Un exilio forzado del que todas esas personas no pudieron salir hasta varias décadas más tarde.



Han pasado 72 años de ello y aún sigue la polémica con la península de Crimea. En 2014 parece dejarse ver el comienzo de un conflicto que iba a dar que hablar. Se realiza un referéndum por el cual Rusia se anexiona a Crimea de manera ilegal y sin la aceptación de esos tártaros que en 1944 sufrieron ya las secuelas de una Rusia poderosa, imperial. Parece que todas las aguas, a día de hoy, se han calmado un poco y ya damos por hecho que Crimea pertenece a Rusia, pero no. 

1944, esa canción con la que la tártara ucraniana Jamala ganó anoche la sexagésima primera edición del Festival de la Canción de Eurovisión. Una canción con un mensaje claro y contundente por parte de una mujer que conoce mejor que nadie lo que esos tártaros sufrieron en la década de los 40. Su familia fue deportada de Crimea a Asia Central, donde años después nació ella. No pudo volver a la tierra de sus padres hasta después de la desintegración de la URSS en el año 1991. Y ayer consiguió dar el grito de guerra alzándose con el micrófono de cristal.


La polémica estuvo servida desde que Jamala ganó en la preselección ucraniana con una canción con un mensaje subliminal hacia su mayor enemiga Rusia. Los rusos se sintieron provocados, insultados e indignados con la elección. Tal fue la gravedad, que nadie sabía hasta hace menos de un mes si Ucrania sería aceptada o por el contrario descalificada del concurso más visto en todo el mundo. El problema estaba en que el reglamento de Eurovisión prohíbe rotundamente la participación en el festival con una canción que contenga en su letra temas políticos. Pero al final fue aceptada.


Anoche ninguno de los dos países se otorgaron puntos mutuamente como solían hacerlo. Anoche, tras haber estado un año fuera de concurso por las tensiones con Rusia, Ucrania ganó. Y ganó a la clara favorita Rusia, por la que se daban 20 céntimos por euro apostado en las casas de apuestas internacionales si ganaba el artista ruso. Una bofetada sin mano de la cual salió airosa. Una oportunidad de oro para que millones de espectadores escucharan el grito a la libertad, un grito que iba con segundas para Rusia; pero, un grito al mundo para que cosas como las que vivieron los tártaros no vuelvan a pasar.

Ucrania ganó a Rusia en el último momento, cosa que fue justicia poética y política en un día en el que Europa se une gracias a la música y demuestra todo el poder político que tiene en el mundo. Y una vez más pudimos ver cómo David ganaba a Goliat por goleada ante millones de espectadores eufóricos . La polémica aún está servida, y la venganza ha sido fría.
Óscar García Portero, colaborador del grupo Aequitas25


6 comentarios:

  1. Sería falso negar que Eurovisión es una de las mayores producciones no solo a nivel musical, si no también a nivel televisivo de todo el mundo. Esa noche en la que el festival se celebra, los europeos, frente al televisor, deleitan sus oidos y en ocasiones sus vistas escuchando y mirando uno a uno los países con sus respectivos candidatos al triunfo, como si de una clase magistral de geografía se tratara. Probablemente la primera vez que supe de la existencia de países como Azerbaijan fue por este formato televisivo. Además, es bilingüe: Sweden, Russia... Es una buena forma de repasar vocabulario de inglés, llegué a pensar.
    Eurovisión ha abandonado esa idea de mostrar tu país como escaparate al continente mostrando el folcore y la música que nace de los propios habitantes a pasar a ser un festival de música a secas, donde el inglés es la única lengua que existe en Europa (la chica española de este año también se ha subido al carro de la lengua anglosajona) y si le añadimos los intereses específicos de cada territorio, hacer morir al lenguaje de las siete notas.
    Cuando reunimos a muchas personas de diferentes etnias, razas y religiones es alta la probabilidad de no existir una buena conexión a priori. Podemos observarlo en nosotros mismos y nuestro entorno; no somos recibidos con una sonrisa por todo el mundo ni somos capaces de besar la punta de los zapatos a cualquiera. Si a eso, sumamos la historia y la política, la polémica está lista. Entonces, ¿por qué nos mienten? ¿Qué es eso de unir Europa con música si hay países que por cuestiones políticas no pueden ni premiar a los interpretes que se lo merecen con los puntos simplemente por llevar la etiqueta de ser del país del que son?
    Además, el festival se ha convertido en un punto de encuentro para homosexuales, como si del Orgullo Gay se tratara, siempre que se muestra un plano del auditorio de turno, se visualizan banderas de los distintos países y muchas banderas del arcoiris. Con esto no quiero decir que se deba privar la libertad de expresión en el festival, solamente puntualizo que al ser seguido por una mayoría LGTB es obvio que no permitirían que se llevara el triunfo un país archiconocido por sus duras represalias contra ellos: Rusia. Además, si una señora interpreta una canción relacionada con Crimea, refugiados (tema actual) y exilios forzados... Y además, ¡qué casualidad! de ese país, Ucrania, que está siendo digerido por la gran Rusia.
    ¡Si hasta parece que la muchacha que hemos mandado este año ha cantado en inglés para quitarnos esa mala fama que tenemos en Europa de que los españoles somos unos paletos hablándolo!
    ¿Que la ganadora no merece serlo? No lo niego; vocalmente es una buena intérprete, es un tema diferente a lo que suena en las radios hoy en día y de cara al telespectador es bonito el montaje con el arbolito hecho con efectos especiales. Pero la verdad no se puede tapar, si cambiamos el país, la letra y dejamos la base instrumental y a la intérprete sola, pero siendo cantada por cualquier otro país de los "invisibles" en Europa, seguro que no triunfa.
    Que viva la libertad de expresión, que viva la música y que viva la vida. Pero la verdad no es ciega, la vemos, la oímos y la sentimos. Eurovisión es todo política.

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  2. En 1944 la antigua URSS cometió un delito con esta horrible deportación de tártaros, una transgresión como la que tenía lugar en Sudáfrica hasta la década de los años 90, conocida como apartheid.
    El apartheid fue vencido con la pasión del deporte; la misma pasión que ahora asoma en Europa reivindicando el cumplimiento de los derechos humanos, aunque en este caso se usa la pasión de la música. Mediante la canción ganadora del Festival de la Canción de Eurovisión 2016 se pretende concienciar al mundo acerca de la masacre cometida para que no se vuelva a repetir jamás algo como esto. En la canción interpretada por la ucraniana Jamala, se pueden escuchar frases como “cuando los extraños vienen... ellos vienen a tu casa, lo matan todo y dicen que no son culpables.” Esta narración de los hechos nos muestra hasta donde puede llegar la crueldad humana que después de más de setenta años sigue teniendo su huella en el mundo y en las familias tártaras destrozadas.
    Independientemente de la ideología política, una masacre es una masacre; una persona asesinada por un grupo ideológico de derechas es lo mismo que una persona asesinada por un grupo de izquierdas, en la que mueren y se torturan personas totalmente inocentes. Pero ya ocurrió en guerras, como la Guerra Civil Española en la que por el sólo hecho de vivir en una zona, eras matado cruelmente, y que al igual que en Ucrania, todavía sigue vivo en muchísimas personas, pues es algo difícil de asimilar y que cuesta olvidar.
    Aún así Eurovisión no es más que un concurso televisivo en el cuál supuestamente para ganar solo hace falta cantar bien y actuar bien, pero claro, supuestamente... Porque recordemos que la mitad de la puntuación es la valoración de los europeos y europeas, y la otra mitad viene definida por las relaciones gubernamentales entre los países. Aunque la canción ganadora es merecedora de haber ganado, también Jamala es ganadora de haber llevado al mundo el sentimiento de la canción, un sentimiento que le fue narrado de mano de su abuela.
    Es por todo esto por lo que nunca debemos olvidar nuestro pasado, tenemos que recapacitar, pensar en qué está mal para intentar corregirlo y nunca más volver a repetirlo. Hagamos del mundo un lugar en el que vivir sin miedos y sin prejuicios.
    Aberto Salwa Chaza 2ºB Bachillerato

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  3. Después de leer esta entrada, lo primero que he hecho ha sido abrir rápidamente internet y buscar la letra para leerla claramente. Se ve que se trata de una persona que ha vivido muy cerca lo que ocurrió en Ucrania en 1944, algo que antes de que ganará en eurovisión esta canción pidiendo ese grito de guerra, seguramente muchas personas no sabía o ni siquiera se acordaba de lo sucedido entonces.
    Creo que esta es una opinión compartida y no solo mía, ya que creo, o espero, que a nadie le gustaría vivir en una situación así, pero ni siendo el deportado de tu tierra ni el que se encargue de deportar a otras personas, ya que es un acto muy triste, por no llamarlo de otra manera. Imaginar lo que tuvieron que pasar esos 200.000 mil tartaros, en esas condiciones infrahumanas de las que muchos no sobrevivieron... A veces doy gracias, y sinceramente no se a quien, porque soy totalmente atea, pero doy gracia, supongo que al destino, por no haberme hecho pasar por un acto tan terrible como ese, ni siquiera parecido. Como dice la ganadora de eurovisión, que no pudo disfrutar de su juventud, ni me quiero imaginar que es eso,que se siente al pasar tu niñez o tu vida así, sin poder volver a tu tierra.
    Me parece fantástico que se haya expresado de esta manera la ganadora ucraniana, además en un programa que tantas personas ven, y que si se sabe esa historia, ese significado de la canción, muchas más personas después de esto conocerán el tema. Pero hay algo que no me gusta, y es que ya hasta utilicen un programa, que al principio se suponía que era un entretenimiento de cada año, donde los países europeos se reunían y juntos mostraban y compartían su música, pero que con los años se ha ido degradando, ¿ahora hasta meten temas políticos? Creía que ahora el que ganaba era el más extravagante... Pero se ve que ya a parte de eso también gana el que dé una canción que dé de que hablar, que cause polémica, al igual que la barba de Conchita, esa mujer/hombre austriaca, ¿que por qué ganó? Desde luego por su voz bonita no fue. Llamar la atención, el que haga el mejor espectáculo, ese es el que va a ganar, ¿no se trataba de quien tuviese la mejor canción y voz? Para concluis quiero decir que, este programa (por muy bien que le haya podido sentir a esas personas de Crimea que ganase su canción/grito de libertad) pienso que debería cerrarse, porque ya no es lo que era al principio, y esto no va a cambiar.

    Belén López-Pozas 1ºA bach

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  5. No es la primera ni la última; para mi desagrado y el de muchos, cada vez que un humano se cree superior a otro, imponiéndose a este con violencia, manejando su vida como si la de un títere se tratara, decidiendo qué hacer, cuándo, dónde o cómo morir. Hablar de este tema me hace pensar en lo realmente retorcido que puede llegar el ser humano y la de catástrofes que puede llegar a realizar sin tener en cuenta a los demás.

    El pasado 14 de mayo se celebró otra edición más de Eurovisión, cuando vi la actuación de Jamala no sabía realmente por qué pero consiguió llevarme con ella; su pasión, coraje, emoción y entrega por esa canción que cuenta la terrible historia que sufrieron los tártaros en 1944 hizo que me teletransportara a esa época y sintiese lo que decía; no lo puedo expresar bien.
    La canción refleja lo que los tártaros sintieron en aquellos días de sufrimiento, refleja todas esas vidas que fueron cambiadas y al final como dice Óscar García “David ganó a Goliat”, Ucrania se sobrepuso a Rusia. No obstante, pienso que solo la letra fue lo que le hizo ganadora.

    Me sorprendió mucho que la organización de Eurovisión permitiese la actuación de Jamala porque la letra contenía un tema tan polémico y político que podría haber tenido algunas consecuencias negativas. Además por la cantidad de personas que la escucharían y seguramente al igual que yo descubrirían una nueva visión de aquel acontecimiento. Aunque cada vez más Eurovisión es eso, política. Bajo mi punto de vista , cada edición valoran menos la canción, la interpretación o lo que la letra transmite.

    1944, el título de la canción de Jamala, es además una fecha que marcó a todos los tártaros. Sonará sorprendente pero como indica Óscar García en su entrada más de 200.000 tártaros fueron invitados a salir de Crimea en unas condiciones inhumanas y muchos de ellos, sin merecerlo, murieron. Me imagino el llanto de los que se fueron y de los que se quedaron; porque personas que eran ajenas a sus vidas hicieron que éstas dieran un vuelco de 360º y los desplazaron a un sitio donde ellos no querían vivir.
    Si nos paramos a pensar, ¿cuántas personas han muerto, han perdido familiares, han cambiado radicalmente de vida o han luchado por su vida en situaciones como ésta? Seguramente más de las que podamos imaginarnos. Esto es despreciable porque nadie inocente debería merecer que una persona supuestamente superior a él incida en su vida de tal forma.

    Escribiendo este comentario, he tenido de fondo la canción de Jamala y sigo sin comprender como alguien puede hacer lo que Rusia y otros países han hecho a millones de personas. Espero que tras esta edición de Eurovisión pensemos las cosas dos veces antes de hacerlas porque nuestros actos afectan a más personas además de a nosotros mismos. Podemos intentar que esto no suceda más, que nadie sienta miedo de otra persona; es algo en lo que debemos de trabajar.

    Esperanza Uceda Rodríguez 1ºBach A

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  6. Yo creo que la canción no solo era una crítica, y una muestra del horror que sufrieron, sino una llamada de auxilio. Un ruego, de que mejoremos como seres humanos. Y lo peor, es que horrores como este no solo suceden en Europa. ¿Qué es horrible que sucediese? Por supuesto, ¿Qué Ucrania merece ser libre de Rusia y vivir en paz para pasar página? Por supuesto. Pero… ¿solo Ucrania? Centrándonos en cuestiones como estas, perdemos la perspectiva. Si, sufrieron muchas personas en ese viaje. Y digo personas, porque da igual su país de origen, todos tenemos el mismo valor. Pero han ocurrido cosas similares por todo el mundo, y no solo en el pasado, sino ahora mismo. Está bien criticar lo que sucedió, por supuesto que debe hacerse. Pero no en un programa de entretenimiento, desbaratando su espíritu de unión y alegría, y mucho menos quedarnos ahí. Hay que enseñar cada muerte, cada dolor. En los libros, en las noticias, podemos leer cifras de muertos, pero jamás entenderemos de verdad la crueldad de la guerra. Los destrozos que se producen, los recursos inútilmente gastados…las vidas tontamente perdidas.
    Yo creo que la canción, en parte, es un ruego contra la guerra, y creo que todos deberíamos escucharlos.
    Antonio Álvarez Toro 4ºA

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