11 de febrero de 2017

La ignorancia, ¿la nueva moda?

Quizás, puede que sea ya un poco tarde, pero no por ello me gustaría dejar de decirlo. ¿Nunca habéis tenido la sensación de hacer algo porque te dicen que debes hacerlo? Bueno, creo que eso nos ha pasado a todos alguna vez y os preguntaréis a qué me refiero. Pues  allá voy:
El 30 de enero, Día Mundial de la Paz, en el IES Juan de Mairena tuvieron lugar tres actuaciones musicales del coro del instituto y de los estudiantes de 1º de ESO, empezando con unos versos de John Lennon que decían “Imagine all the people sharing life in peace” Parecía como si gran parte de los estudiantes hubieran hecho oídos sordos al mensaje, pues no pudo percibirse un completo silencio. A raíz de esto, me planteé lo siguiente: desde que somos pequeños nos han dicho que el 30 de enero es el día mundial de la paz, o el 28 de febrero el de Andalucía, qué más dará, lo  importante es que nunca nos hemos preguntado el porqué de esas celebraciones; simplemente nos hemos limitado a hacer las típicas actividades en clase, y ya está, no le hemos dado más vueltas. Estoy harta de escuchar el mismo comentario una y otra vez “¡Que coñazo!” o “Y esto, ¿para qué sirve?” Pues, señores, me parece increíble que chavales de nuestra edad permanezcan indiferentes a todo esto, y no reflexionen acerca de estos temas, aunque no sé qué es peor, que lo hagan ellos o personas  mayores…
Somos unos ilusos pensando que vamos a conseguir algo “reivindicando” si ni siquiera nosotros mismos sabemos para qué o por qué lo hacemos. ¿Cómo construir la paz si nuestros jóvenes, aquellos de los que depende el futuro del país, no tienen interés por un simple acto del instituto, o no muestran respeto?
Pensamos que hacemos bien “allanándoles” el terreno para que puedan tener una vida mejor  y  así no cometer los mismos errores que nosotros, pero la pregunta es: ¿Con qué fines lo hacemos si no le encuentran sentido?
Vivimos en un mundo carente de valores, y parte de la gente joven es reflejo de esto. Podrá parecer extraño, pero a mí esas palabras de John Lennon, Antonio Flores o Diego Torres me obligaron a reflexionar, haciéndome ver que antes de buscar la paz, tenemos que encontrarnos a nosotros mismos, y replantearnos si en vez de mostrar tanto interés por cosas superfluas, banales, deberíamos mostrarlo por las que realmente son importantes.
La música no miente, plasmamos nuestros “imposibles” porque sabemos que se quedarán ahí… en meras palabras… Hemos querido siempre aprender de la historia para enmendar nuestros propios errores, y si personas como Antonio Flores, escribieron versos como los de “No dudaría” es porque comprendieron que es el ser humano el único que tropieza más de una vez con la misma piedra, por lo que ¿para qué allanar un camino? Deberíamos dejarles tropezar y levantarse. Solo así aprendemos, a base de golpes.
Lucía Muñoz de la Torre, colaboradora del grupo Aequitas25

5 comentarios:

  1. La falta de educación, ¿la nueva moda?

    Sinceramente no creo que el problema venga de la mano de la ignorancia de la juventud de hoy en día, me gustaría poder achacarlo a algo un poco más propio e intrínseco de cada uno como es la moral o la educación recibida a lo largo de nuestra vida.

    Como bien dices, la falta de conocimiento puede llegar a ser un factor clave a la hora de darle a algo la importancia que se merece, y estamos completamente de acuerdo en que todas esas actividades de clase, a las que se hace mención en el texto, son completamente inútiles para el público para el que están diseñadas.

    Pero sinceramente no creo que la solución a esta falta de moral sea enseñar a los niños que el día de la paz no es sólo el 30 de enero sino que conmemora la muerte de mahatma gandhi. Yo creo que, no solo este, sino la mayoría de problemas de la sociedad de estos tiempos se solucionarían dando a los más jóvenes una buena educación en casa y en clase. Una educación respetuosa, tolerante y llena de valores. pero supongo que estamos hablando de algo inalcanzable.

    Sea como fuere la falta de conciencia de las juventudes de hoy en día es un tema que nos atañe a todos y del que no deberíamos hacer oídos sordos. Es denigrante que nuestros iguales muestren tal desinterés por temas tan importantes y que invitan tanto a la reflexión.

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  2. Este fragmento muestra la realidad de la sociedad actual. Vivimos en una sociedad que con el paso del tiempo se desarrolla en la mayoría de las dimensiones, tanto políticas como económicas. Los datos están ahí, el porcentaje de pobreza y conflictos bélicos a disminuido con el paso del tiempo, además nuestros derechos y libertades han crecido con la llegada de sistemas políticos con la democracia. La vida, en general, es teóricamente mejor, sin embargo la sociedad ha empeorado, la vida de los jóvenes de hoy en día es totalmente superficial, y sus gustos y preferencias se rigen por las opiniones del famosito de turno.

    Como dice el texto, es una lástima escuchar frases como ''Y esto, ¿para que sirve?” en días importantes de nuestro calendario como son el Día de Andalucía, el Día de la Paz, el Día contra la violencia de género... Es cierto que no todo el mundo tiene porque apoyar la causa en estas determinadas fechas, pero también es cierto que se está perdiendo la ética y el respeto de las personas más jóvenes, y no solo eso, sino que también se está perdiendo el interés de estos por temas realmente importantes. La cultura y el querer saber de nuestros ancestros se ha desvanecido y solo nos quedan videojuegos, prensa rosa y programas de cotilleo que provocan de forma involuntaria que se extienda la ignorancia y que la cultura general de los jóvenes a día de hoy sea prácticamente nula. Hoy en día es realmente complicado encontrar a una persona de entre 14 y 21 años interesada por la política, por la naturaleza, o por temas sociales importantes como la guerra en Siria. La población está ensimismada y la culpa de esto la tenemos nosotros mismos. Como bien dice el artículo hoy en día se facilitan o se allanan mucho las cosas a la juventud y está es sin duda la principal razón por la cual la población vive en un estado de apatía constante.

    Es una pena que la gente joven de nuestra sociedad tenga que vivir esta clase de vida en la que no son felices por lo que realmente son, sino por lo que tratan de aparentar, pero peor aun es pensar que las siguientes generaciones tengan que vivir una vida tan infeliz como esta, o quien sabe, peor.

    Pablo Gordillo Fdez 2º Bach A

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  3. La ignorancia, ¿la nueva moda? Bueno, no exactamente.

    Es bien sabido por todos y por todas que las modas han estado presentes desde que el mundo es mundo. Ya sean en formas de vestir, peinados, música, e incluso ideologías. Como Lucía menciona en el texto, muchos de nosotros celebramos ciertos actos en señaladas fechas sin preguntarnos el porqué de dichas celebraciones(como por ejemplo el Día de la Paz). Tal y como nuestra compañera ha plasmado en su texto, el celebrar algo sin tener idea de porqué se está celebrando es un claro síntoma de ignorancia. Ahora bien, a diferencia de ella, yo pienso que la ignorancia no es la nueva moda, sino que para que muchas tendencias se conviertan en moda, tiene que existir una ignorancia previa. Por ejemplo, hace dos escasos años, en Japón, se puso de moda entre las jóvenes estudiantes la separación de los incisivos centrales(las paletas) por pura estética. Dicha alteración dental, provocaba una descolocación total del resto de dientes de la mandíbula, provocando así severos problemas bucales en las chicas que llevaron a cabo la ya mencionada alteración estética.
    Aplicando esto al tema del Día de la Paz, podemos observar cómo, tras el idílico mensaje de paz, se esconden numerosos intereses políticos y económicos, y, por tanto, para que este día sea mundialmente conocido y celebrado(aunque sin saber porqué), debe existir una ignorancia previa al respecto.

    Podríamos estar incesantes horas buscando a un culpable directo de esta ignorancia generalizada, pero realmente, no lo hay. A pesar de que los medios de comunicación desinforman a la población e implantan en ella los hechos que más conviene a sus inversores y altos cargos. Pero nosotros y nosotras también somos culpables y partícipes de este crimen contra la razón y la capacidad crítica.
    Claro que no todos tenemos el mismo nivel cultural, académico o intelectual, pero eso no justifica que día tras día sigamos comiéndonos las mentiras que se cuentan en los distintos medios, con el fin de encubrir una guerra, vapulear deshonestamente a un candidato político que choca frontalmente con la ideología de la productora, y que, así, alimentan más nuestra ignorancia.
    Por ello, deberíamos exigir una prensa transparente, libre de entidades financerias, políticas, o cualquier organización cuyo objetivo no sea el de informar.
    Soy consciente de que esto, en nuestro sistema capitalista, es totalmente imposible. Un sistema en el que la obtención del máximo beneficio, cueste lo que cueste, es la única y más importante prioridad, los medios no pueden ser, desde luego, veraces(sin contar los medios independientes, que por razones económicas nunca pueden tener la relevancia que el resto de medios con grandes inversores dispuestos a ganar dinero tienen), ya que, ¿quién se beneficiaría de eso?

    Fco Javier Pastor Bejarano 2ºBach B

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  4. Muchas veces me he preguntado lo mismo, y al igual que la autora de esta entrada, había llegado a la conclusión de que dejar a los jóvenes tropezar y caer en vez de llevarlos por un camino allanado desde pequeños es probablemente una opción que en un futuro los niños lo agradecerán, aunque en el momento no lo crean. Estoy de acuerdo con esto básicamente por lo que he visto a lo largo de mi vida, y no por ello me excluyo de esos actos que considero irrespetuosos, aunque he de decir que me considero desde pequeña una persona que valora bastante lo que tiene.
    Muchos podrían decir que para qué serviría entorpecer a los más jóvenes y hacerles la vida más difícil después del trabajo que ha costado alcanzar eso que se tiene actualmente, sin embargo, hay que pararse a pensar y ponerse en el lugar del más pequeño, ¿creéis que si hubierais nacido con las mismas facilidades que tenéis ahora lo valoraríais de igual manera? Por mi parte, a pesar de mi corta edad, puedo decir que no, ya que afortunadamente, mis aportes me educaron en un ambiente en el que no me daban todo hecho, en el que yo tenía unos límites y en el que sabía perfectamente lo que podía y no podía hacer, y estoy segura de que si eso no hubiera sido así, hoy no sería quien soy ni tendría los mismos valores.
    Por ello creo que actualmente cada vez hay más problemas en las escuelas con el mal comportamiento de los niños, porque se les da demasiado. Tengo conocimiento y por tanto puedo decir que muchos de los adultos padres dan demasiada libertad a sus hijos desde muy pequeños, no les prohíben lo que deben, no les riñen cuando hay que hacerlo, y esto no lleva a otra cosa que al descontrol, porque llega un momento (casi siempre en la pre-adolescencia) donde el niño sabe cómo conseguir lo que quiere cuando quiere y sabe manejar cualquier situación para salir beneficiado ante la ausencia o insuficiente autoridad en el hogar. Esta educación deficiente se ve reflejada en las aulas, donde los jóvenes no sabes avatar órdenes, donde no respetan al adulto, ni siquiera valoran el entorno donde crecen, porque no saben lo que cuesta mantenerlo ni lo que darían muchos otros niños del mundo por tener sus oportunidades.
    Es una pena que después de lo que se ha luchado en general por tener una buena educación en nuestro país, aquellos que son el futuro del mismo no tengan el más mínimo interés por lo que ocurre en el mundo, por los conflictos y guerras que existen aunque no nos afecten de forma directa, por la lucha continua por la paz, la igualdad entre géneros, una política justa y transparente, una sociedad cada vez más tolerante… realmente entristece saber que nada parece importarles y que incluso cualquier acto conmemorativo es motivo de burla.
    En definitiva, considero que gran parte de la responsabilidad recae sobre la familia, que debe inculcar a sus hijos los valores necesarios para una buena convivencia y un ambiente favorable en cualquier parte, así como a tener consciencia que el mundo en el que están creciendo no siempre ha sido igual y que el anual Día de la Paz del que ahora se reúnen fue en un momento algo increíble que, como mínimo, merece respeto.


    Isabel Gómez Godoy. 2° Bachillerato A

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  5. Muchas veces me he preguntado lo mismo, y al igual que la autora de esta entrada, había llegado a la conclusión de que dejar a los jóvenes tropezar y caer en vez de llevarlos por un camino allanado desde pequeños es probablemente una opción que en un futuro los niños lo agradecerán, aunque en el momento no lo crean. Estoy de acuerdo con esto básicamente por lo que he visto a lo largo de mi vida, y no por ello me excluyo de esos actos que considero irrespetuosos, aunque he de decir que me considero desde pequeña una persona que valora bastante lo que tiene.


    Muchos podrían decir que para qué serviría entorpecer a los más jóvenes y hacerles la vida más difícil después del trabajo que ha costado alcanzar eso que se tiene actualmente, sin embargo, hay que pararse a pensar y ponerse en el lugar del más pequeño, ¿creéis que si hubierais nacido con las mismas facilidades que tenéis ahora lo valoraríais de igual manera? Por mi parte, a pesar de mi corta edad, puedo decir que no, ya que afortunadamente, mis aportes me educaron en un ambiente en el que no me daban todo hecho, en el que yo tenía unos límites y en el que sabía perfectamente lo que podía y no podía hacer, y estoy segura de que si eso no hubiera sido así, hoy no sería quien soy ni tendría los mismos valores.


    Por ello creo que actualmente cada vez hay más problemas en las escuelas con el mal comportamiento de los niños, porque se les da demasiado. Tengo conocimiento y por tanto puedo decir que muchos de los adultos padres dan demasiada libertad a sus hijos desde muy pequeños, no les prohíben lo que deben, no les riñen cuando hay que hacerlo, y esto no lleva a otra cosa que al descontrol, porque llega un momento (casi siempre en la pre-adolescencia) donde el niño sabe cómo conseguir lo que quiere cuando quiere y sabe manejar cualquier situación para salir beneficiado ante la ausencia o insuficiente autoridad en el hogar. Esta educación deficiente se ve reflejada en las aulas, donde los jóvenes no sabes avatar órdenes, donde no respetan al adulto, ni siquiera valoran el entorno donde crecen, porque no saben lo que cuesta mantenerlo ni lo que darían muchos otros niños del mundo por tener sus oportunidades.


    Es una pena que después de lo que se ha luchado en general por tener una buena educación en nuestro país, aquellos que son el futuro del mismo no tengan el más mínimo interés por lo que ocurre en el mundo, por los conflictos y guerras que existen aunque no nos afecten de forma directa, por la lucha continua por la paz, la igualdad entre géneros, una política justa y transparente, una sociedad cada vez más tolerante… realmente entristece saber que nada parece importarles y que incluso cualquier acto conmemorativo es motivo de burla.


    En definitiva, considero que gran parte de la responsabilidad recae sobre la familia, que debe inculcar a sus hijos los valores necesarios para una buena convivencia y un ambiente favorable en cualquier parte, así como a tener consciencia que el mundo en el que están creciendo no siempre ha sido igual y que el anual Día Mundial de la Paz del que ahora se ríen fue en un momento algo increíble que, como mínimo, merece respeto.




    Isabel Gómez Godoy. 2° Bachillerato A

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