12 de marzo de 2017

Los transexuales son personas. Las mujeres también. Que no te engañen

Estos últimos días se han podido ver circulando por las calles de Madrid unos autobuses un tanto "particulares", por así decirlo. 'Hazteoír.org' ha sacado a la calle estos vehículos con mensajes contra la transexualidad; así dicen:

'Los niños tienen pene.
Las niñas tienen vulva.
Que no te engañen.
Si naces hombre, eres hombre.
Si eres mujer, seguirás siéndolo.'

Nosotros creyendo que estábamos en el siglo XXI y la sociedad había evolucionado y pasan cosas como ésta y tiran por la borda todas nuestras esperanzas... Es íncreíble ver cómo todo el esfuerzo de tanta gente por conseguir que la transexualidad deje de estar mal vista se vea derrumbado por este tipo de organizaciones. 'Hazteoír.org' es una plataforma ultracatólica. Y pensarán ellos: "Si Dios nos hizo así, ¿por qué cambiarlo?". Y yo les digo: "Sí, Dios nos hizo así... Pero también nos hizo libres, libres de poder elegir si queremos ser hombre o mujer, libres de poder gritar con orgullo: ¡Yo soy trans!" y por culpa de estas personas, no podemos".

Debido al revuelo que esto causó, un programa de televisión llamado 'el Intermedio' lanzó a la calle otro autobús parodiando al de 'Hazteoír', con el mensaje:


'La identidad de género no se elige.
Que no la elijan otros por ti.'

En ese mismo programa entrevistaron a personas trans. Una de ellas dijo que, para renovar el DNI tras la operación, tuvo que desnudarse. ¡Desnudarse! ¿¡Qué clase de estupidez es esa!? ¡Esto es una vergüenza! Ya seas cristiano, ateo o cualquier otra cosa, también eres persona, y como persona eres libre de elegir si erses hombre, mujer, hermafrodita... tienes derecho a ser tratado como persona que eres. A propósito de esto quiero denunciar también la "brillante" idea de obligar a los transexuales a usar el aseo de su sexo de nacimiento. Ya ni podemos elegir dónde hacer nuestras necesidades. ¡Esto ya es el colmo! ¡A la porra la libertad si es que alguna vez existió...! Si así estamos en un país desarrollado, no quiero ni imaginarme la situación en uno subdesarrollado. Fuimos, somos y desafortunadamente seremos esclavos del machismo, de la xenofobia y del rechazo a la transexualidad y la homosexualidad.

Nuria Fernández Roca, colaboradora del grupo Aequitas25

9 comentarios:

  1. Lo que me faltaba por ver. Era consciente de esta noticia y de esta imagen pero, ahora, en este artículo, tengo la oportunidad de expresar mi opinión por escrito, ya que antes no lo había podido hacer. Los transexuales, como sabemos, no son muy bien vistos en la sociedad, cosa que me parece vergonzoso. Pero, por si no fuera poco, llega una organización tan conocida como “Hazteoir.org” y hace esto...me parece más vergonzoso aún. Y no solo me parece de vergüenza porque haya provocado tal revuelo entre la gente, sino porque además de esto, me parece una clara ofensa a aquellas personas que estén relacionadas con la transexualidad (tanto personas transexuales como familiares que conviven con eso). Poniéndome en el lugar de los padres de un transexual, que acaba de ser criticado delante de toda una ciudad e incluso delante de un país, no me sentaría nada bien lo que han hecho, me sentiría insultado y gravemente dañado por esos mensajes reflejados en los autobuses madrileños.

    Pero lo que más grave me parece de estos comentarios ofensivos sin duda alguna es el poco respeto mostrado hacia esas personas que viven en un cuerpo en el que no se sienten bien ni son felices, es decir, este poco respeto se traduce a un no cumplimiento de los derechos humanos, como es el caso de la libertad. A día de hoy, todo el mundo es libre de hacer con su cuerpo lo que realmente quiera y nada ni nadie es quien para decirle a cada uno lo que tiene que hacer. Estos mensajes me parecen un acto ridículo de la organización mencionada, una metedura de pata en todos los sentidos. Pero, mucha culpa de esto también la tiene el ayuntamiento de Madrid, que ha permitido que esta situación haya ocurrido. De verdad, me quedo asombrado ante esta noticia, y es que sigo sin comprender como en el año y la época en la que vivimos puedan seguir ocurriendo cosas como éstas. Cada persona puede hacer con su vida lo que quiera, y no va a cambiar sus pensamientos y decisiones porque pongan “3 frases” en un cutre autobús. Sinceramente, pienso que esto es indignante, no solo por no respetar la libertad de cada ser humano, sino por el daño que causan a las personas que sufren de ello. Y no es para menos, le están diciendo a toda una ciudad entera “que tienen una enfermedad, que no sean como ellos”, incitando claramente a la exclusión y marginación de esas personas en la sociedad, porque son raras, porque son diferentes, porque “no son como tiene que ser”.

    En fin, ridículo, patético. Una torcedura de pata como no se había visto en mucho tiempo. Ya está bien. Todo el mundo debe y tiene que ser libre. Para todo. Porque así lo dicen los derechos humanos. La libertad de la persona está antes que nada, y nadie puede criticar lo que hace o deja de hacer alguien. Porque es su vida, porque esto no es ningún cachondeo, es algo serio y debe ser respetado como la mayoría de las cosas a día de hoy. El respeto es una cualidad muy importante en una sociedad, y si no hay respeto, no hay nada, por lo que si quieres que te respeten, empieza respetando tú primero.

    Alberto Reina Madueño 2ºBach A

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  2. Realmente voy a empezar a pensar que vivo en otro siglo porque no entiendo que siga habiendo personas que digan que las mujeres transexuales siguen siendo hombres y al contrario, hombres que hayan realizado el cambio de sexo y la gente sigan pensando que son hombres. ¿Cuál es el siguiente paso, decirles que no tienen derecho por haberse cambiado de sexo, o peor, llamarles aberración? Ah no. Que ya se le hace. Sinceramente pienso que parte del mundo está en una fase de regresión mental.

    Si bien hay una cosa en todo esto que no la tolero. La mayoría de las activistas mencionan a la Iglesia, como que están en contra de ellos. Cierto, pudiera ser, que lo curas y sacerdotes más puristas, siguen pensando que el cambio de sexo está mal visto, pero ante todo el trato sigue siendo el mismo, pues sigues siendo persona, que es muchísimo más importante y no miran tu sexo, sino la Fe en la Iglesia, por lo que eso si lo veo como un leve fallo que tienen los activistas a favor de los transexuales, porque a los católicos, entre los cuáles me incluyo, nos tachan de cosas que no son ciertas. Porque no porque un cura cometa acosos sexuales, todos van a ser así, ¿no? Pues lo mismo ocurre con el tema transexuales-Iglesia.

    Es difícil convivir con personas que afirman que no se acostarían con mujeres transexuales, porque antes han sido chicos. Pero con este tipo de hechos uno se da cuenta, de que no sólo discrimina a la mujer en el sentido de si antes ha sido chica o chico, sino que en vez de enamorarte de su personalidad, sus cualidades, (como se enamoraban antes a las parejas y no ahora que enamoras si tienes un numero aceptable de “me gusta” en reden sociales) te enamoras de esa persona por su físico. Eso es un hecho en pleno siglo XXI cuando convives con “genios” que afirman que un transexual es una aberración de persona, pero son ese tipo de hechos que te hace reflexionar sobre la seria regresión mental que sufre las nuevas generaciones venideras.

    Francisco Javier Guerrero Fernández 2º BACH A.

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  3. Escuché esta noticia en los telediarios y en cuanto la vi, fui a buscar más información, no me podía creer que unos autobuses de pleno siglo XXI hubieran expuesto una publicidad tan sexista. Este ya es la gota que colma el vaso, no entiendo cómo se puede llegar a este nivel de transfobia, ni siquiera entiendo cómo se puede permitir que alguien, o en este caso una organización llamada “Hazteoir.org”, una plataforma ultracatólica, llegue a este extremo. Sin embargo, la culpa no es solo de esta empresa u organización, la culpa es además de quién haya permitido la circulación de estos autobuses por las ciudades.
    Este mensaje es una clara ofensa hacia las personas transexuales o incluso a todas las ideologías diferentes a la heterosexualidad. Sin embargo, quien haya financiado la decoración de esos autobuses quizás ni siquiera piense eso, quizás lo único que quería era crear revuelo en torno a esta organización y darle publicidad, ya que antes de esta noticia, “Hazteoir.org” no era tan conocida. Aunque mucho me temo que no es así, ya que si solo se buscara propaganda, no se degradaría hasta tal nivel de ignorancia en un tema que debería ser aceptado por toda la sociedad.
    Esta plataforma, que basa sus principios en el catolicismo, promueve la idea de que Dios nos creó a los hombres para ser hombres y a las mujeres para ser mujeres, una idea bastante atrasada, ya que si uno no se siente cómodo en el cuerpo que le corresponde por su género, puede convertirse al género contrario. Con estas manifestaciones, se atenta contra uno de los principios de la Iglesia, los derechos humanos, pero bueno, ya estamos acostumbrados a incoherencias dentro de las “leyes” de la Iglesia, cosa de la que no vengo a hablar hoy.
    Centrándome más en la transexualidad en sí y no solo el suceso de los autobuses, nos damos cuenta de que no solo son los integrantes de este colectivo los que discriminan a las personas que quieren cambiar de sexo. Los transexuales tienen muchos problemas legales al intentar cambiar de identidad, lo que hace que nuestra sociedad sea también muy crítica con estas personas y cuestione el mero hecho de ser heterosexual hasta el punto que “se hayan tenido que desnudar para renovar el DNI” como menciona Nuria Fernández en su artículo.
    Esto no es más que uno de los indicios que nos dice que la sociedad aún no está suficientemente desarrollada y que nos queda mucho por mejorar en los aspectos de igualdad de género. Luchemos por un mundo libre e igualitario, sin importar cual sea nuestra orientación sexual.

    Javier Botella Rodríguez 2 BACH B

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  4. Seguimos pensando que esta sociedad no ha avanzado lo suficiente, y no es que no haya avanzado lo suficiente sino que andamos para atrás como los “cangrejos”, tirando por la borda todo lo que se ha luchado hasta ahora. Al ver la noticia de la que habla Nuria Fernández Roca en su artículo, me sorprendí, pero después de varios días me di cuenta que ¿por qué sorprenderme? si no son solo unos pocos de locos los que hicieron ese mensaje para que recorriera las calles, sino que la mitad de la población piensa lo mismo, claro está que de una manera más disimulada y sutil.

    Hace unos días volvió a salir la noticia y comentamos sobre el tema. Una señora mayor sin escrúpulos dijo: “No lo veo para tanto, si lo que dice es cierto ¿no?, o ¿acaso no es verdad eso?”. En ese momento miré a mi hermana y con un gesto me dijo: “no merece la pena responder”. Pensé que al ser una señora mayor no tenía la misma mentalidad, pero ella siguió con el tema y volvió a decir: “si todos tenemos libertades, ellos también tienen libertad para poner ese mensaje”. Ahí ya no pude contenerme y dije: “vaya barbaridad estás diciendo”. Me miró sorprendida y rápidamente me dijo: “No, si yo respeto la transexualidad”. Al principio quise explicarle que era una cuestión de empatía. Si alguien no se sintiera correspondido psicológicamente con la biología de su cuerpo, ¿por qué tendría que ser una persona infeliz y tener que lidiar con una sociedad tan repugnante? Pero luego pensé que no es cuestión de empatía, que todos somos personas y todos merecemos ser tratados igualmente.

    Respecto a lo que ha dicho Nuria Fernández de obligar a una persona a utilizar el baño correspondiente a su biología,considero que se nos está yendo de las manos. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Me parece que tener que decidir donde hace cada uno sus necesidades es violar la privacidad de cada persona.


    Realmente estoy orgullosa de todos aquellos que no se han callado la boca y han salido a defender los derechos de las personas, a pedir justicia. Pero lo más triste es que sin darnos cuenta hemos caído en la trampa de los que pretenden atentar contra la integridad humana. Ellos querían publicidad y han tenido más de la que esperaban. Pero aún así no nos han callado y seguimos luchando por una sociedad que no está a la altura de llamarse país desarrollado.

    No solamente quiero hacer una crítica a ese mensaje discriminatorio, sino que me gustaría que todos por un momento nos lo pensáramos dos veces antes de hacer algún comentario o acto discriminatorio por el género. La transexualidad es solamente una palabra que se encarga de etiquetar a las personas que se salen fuera de la norma “aceptable” de sexualidad que persigue esta sociedad. Quizás fuera más fácil que cada uno decidiera llamarse como se siente realmente. Debe ser agotador tener que vivir en una sociedad en la que para cambiarte de sexo legalmente no seas aceptado hasta que no seas operado de tus genitales. Y ya no es solo eso, sino que para ello se necesita una importante suma de dinero que estoy segura que no todos tienen. Además de todo tienen que llevarse años hormonándose. Después de todo tienen que seguir enfrentandose a nuestras críticas.Lo único que tiene que cambiar es la mentalidad, todos deberíamos ser iguales y todos deberíamos tener los mismo derechos.

    Se nos da bastante bien respetar las normas por lo general, ¿por qué no respetamos la ley de no discriminar por motivos de identidad de género?, ¿por qué somos nosotros ahora los que nos negamos a cambiar de mentalidad? No penséis que son solo unos cuantos de locos, sino que hay mucha personas que aún no entienden lo que es la libertad de decidir. Ahora sí quiero deciros que no os engañen, somos personas libres, que no nos dé miedo a decirlo.

    Sara Guisasola Castillo BACH 2ºA

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  5. Dice el ABC que los de HazteOír se han sentido «en el punto de mira de minorías violentas que reclaman respeto para ellos pero que nos apedrean e impiden nuestra libertad de expresión». Hablan de libertad de expresión cuando lo que buscan es difundir su mensaje de odio… No podemos permitir la circulación del autobús de la organización ultracatólica, porque niega la identidad de las personas trans, sobre todo de niños y niñas. Y debemos recordar que son personas como tú y como yo, y que necesitan nuestro apoyo y fuerza, no nuestra repulsión.

    Gracias a los más de 200 jóvenes que se han agrupado impidiendo el avance del vehículo, se ha conseguido frenarlo y mandarlo a donde venía; porque desde luego que el Ayuntamiento no ha facilitado las herramientas necesarias para impedir la llegada del autobús como sí han hecho otras ciudades.
    Han negado la realidad del siglo XXI, han rechazado el día a día de muchos niñxs que luchan por poder ser como se sienten, hay niños con vulva, niñas con pene, gays y lesbianas. Como dice RojoSevillano: “La libertad de expresión acaba donde comienza el fomento del odio, que no nos engañen.”

    Hoy el autobús ha llegado a Sevilla bajo el lema de "No al bullyng, respeto para todos." Que se escondan bajo este lema no quita que sigue habiendo un mensaje de discriminación detrás, que el autobús sigue siendo denigrante para las personas y que no nos merecemos el verlo circular por nuestras calles todos los días.

    Junto al nuevo lema, el autobús cuenta con la referencia a dos páginas web para acceder a un "manifiesto por la libertad de expresión" o solicitar ejemplares de “- ¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio? - Las leyes de adoctrinamiento sexual”, en el que se señala que, según la organización, "diez comunidades autónomas españolas obligan a todos los centros educativos y a todos los alumnos a aprender diversidad sexual dando entrada en las aulas a los colectivos LGTB.”

    Se llama educación, eso que a más de uno le hace falta. No les enseñan técnicas para matar, ni cómo robar, ni mil maneras de hacer sufrir a tus amigos, les enseñan Humanidad. Les enseñan que cabe todo y que todos valemos lo mismo, que todos somos iguales independientemente de nuestros gustos y colores, de nuestro aspecto físico y de nuestros ideales. Les enseñan a respetar a los demás pero sobre todo a ellos mismos, les enseñan a conocerse y descubrirse, a ser como son sin necesidad de dar explicaciones. Les intentan inculcar otros valores, les ayudan a avanzar y a dar el paso que llevan tiempo intentando dar pero que no dan por miedo al rechazo, por miedo a equivocarse, a defraudar a los demás. A los niños trans, este autobús es lo que menos les hace falta, en lugar de ayudarles les perjudica, claramente, porque derrumba años de lucha y de concienciación. Sacar a la calle ese lema tira abajo el trabajo de los grupos LGTB de hacerse valer, de hacerse ver y oír, de intentar que aquellos que todavía viven con los “Picapiedras” los acepten tal y como son.

    Andrea Figueroa Estrada 2º Bach. B

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  6. El color naranja es un color de alegría, de cordialidad y, entre otras muchas cosas más; de vida. La vida de las personas transexuales es aquello que esta organización, "hazte oír", no ha respetado con las visitas estelares de su magnífico bus a las calles de nuestro país. Éstas empezaron, tal y como comenta la autora del artículo, en la capital: Madrid. Miles de personas caminan por sus calles diariamente, calles que se encuentran entre las más transitadas de España. Adolescentes, adultos, ancianos e inocentes niños (recalco) cuya mente es muy fácil de manipular.

    "Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo". Bonita manera de meter a niños dentro de un eslogan que intenta defender una ideología retrógrada. Bonito mensaje para mostrar por la Gran Vía. Toda la lucha y méritos conseguidos por la comunidad transexual en estos últimos años, desbancados por esta gran organización poseedora de la verdad. Atentos niños: si no se está de acuerdo con el cuerpo que se tiene, no se puede hacer nada para evitarlo. Si el género no está coordinado con el sexo y la persona lo siente así, pues mala suerte, ya que hay que acordarse siempre de que: "Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo". No me han costado más redactar unas palabras en mi vida, dado a su ridiculez.

    A decir verdad, este es un tema que provoca que el fuego corra por mis venas. ¿Cómo puede la gente siquiera pensar en no aceptar a otra, por no sentirse identificad@ con el sexo con el que nació? Es algo que no me entra en la cabeza. Ya tienen lo suficiente estas personas con la batalla que libran en su interior, como para encima tenerla que llevar simultáneamente con la que tienen con la sociedad: que un chico trans tenga que entrar a un baño de mujeres es simplemente repugnante. Repugnante para él, que tiene que aguantar ser considerado algo que no es (con todo lo que ello implica) y repugnante por nuestra parte, por permitirlo. Hay un sinfín de situaciones parecidas, como la que menciona la autora en la que la chica tuvo que desnudarse para probar su identidad antes de poder renovar un documento oficial del Estado, tal y como lo es el DNI. Si te sientes hombre eres hombre, no hay más, dado que el género se encuentra en el cerebro no en ninguna otra parte, ¿no es tan fácil de comprender, verdad? Entonces ¿por qué le cuesta tanto a la sociedad aceptarlo?
    (Continúa en el siguiente comentario)
    Andrea Aguado, 2º Bach A

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  7. (Fin del comentario anterior)
    Qué inesperado el revuelo causado por el vehículo, para nada era previsible esa discusión en bucle entre españoles a favor y en contra del bus. Hay un argumento que me llamó mucho la atención entre todos los que he escuchado. Este argumento se basa en un punto muy sencillo y que todos conocemos: la libertad de expresión. ¿Por qué no iba a poder circular tal propaganda la organización "Hazte oír", si España es un país libre? Pues ya que hemos visto un concepto simple en el párrafo anterior, por qué no decir otro: la libertad de uno acaba donde empieza la del otro. Este dicho lo hemos escuchado muchas veces durante nuestra vida, y aún hay gente que lo aplica cuando quiere.

    Aún así, he de resaltar algo. Siempre tenemos la manía de criticar aquello que nos parece mal y, consecuentemente, evitar comentar aquello que merece nuestra ovación. Por esto, es necesario mencionar cómo gran cantidad de gente, más de la esperada, se ha levantado ante esta provocación (porque sí, eso es lo que es el paseo del bus naranja por nuestras calles). Personas en la calle protestando contra ella, defendiendo el derecho de nuestros compañeros a hacer lo que ellos consideren necesario en sus cuerpos, con el fin de que sientan que son SUS CUERPOS. El otro día en Sevilla, sin ir más lejos, consiguieron parar el paseo del autobús por nuestra ciudad. La sociedad, aunque haya quien no quiera ni lo acepta, avanza en el sentido correcto, hacia el futuro. Y actos como este no son más que una muestra de ello. Hazte oír, que buen nombre para una organización cuyas "afirmaciones" no son escuchadas.
    Andrea Aguado, 2º Bach A

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  8. Por cosas como ésta pienso en lo hipócrita que es a veces esta sociedad. Quieren ir de lo que no son, de liberales. Como bien dice este artículo, se supone que somos un país desarrollado pero, ¿dónde está aquí ese desarrollo?, si cuando este autobús vino a Sevilla muchísimas personas fueron a reivindicarse, y se sentaron delante de este sin dejarlo pasar, y en algunos periódicos solo pusieron a estas personas como las culpables que no dejaban que un autobús (como si fuera un autobús de lo más normal que vemos todos los días por Sevilla) pudiese hacer su trayecto, en vez de como un “periódico de país desarrollado”, haberse sumado también a esta protesta.

    A parte de todo esto que me parece de lo más vergonzoso, cuando vi por primera vez la foto de este autobús, pensé que se trataba de una broma pesada, y que en realidad no lo iban a sacar a la calle, pero cuando me dijeron que no se trataba de ninguna broma, lo primero que se me vino a la cabeza fueron esas personas que no se sienten a gusto con su sexo, que las tachan de “mariquitas” y “machorras”, que probablemente pasan años y años cohibiéndose de lo que les gusta , y que quizás no lleguen nunca a sentirse bien con su sexualidad por miedo a decirlo, a atreverse a someterse a un cambio de sexo, pero sobre todo por miedo al rechazo. Es muy duro sentirse rechazado por tus amigos, familia... Yo pensaba que en pleno siglo XXI, estas personas al decir que no se sienten a gusto con su sexo, serían apoyadas por sus seres queridos, que ya estarían mentalizados de que estas cosas pasan y de que no es algo anormal. Pero al parecer, e investigando un poco tras leer este artículo, todavía hay muchos casos en los que esta persona sigue siendo totalmente rechazada, que al enterarse sus padres los/las echan de casa, que tienen que buscarse sus propios medios para pagarse una operación, ya que no son ayudados económicamente por sus seres queridos.

    Por todo, esto creo que a parte de ser una gran falta de respeto hacia estas personas, pienso en como han tenido que sentirse aquellas personas que ya estaban en duda de si sacarlo a luz o no, en lo confundidas que debían de sentirse antes de esto, y me imagino que ahora deben de sentirse más confundidas aún. Lo único un poco más positivo de toda esta polémica, es haber visto como miles de personas (y la mayoría adolescentes) se han echado a la calle a reivindicarse, han generado una gran polémica en las redes sociales pasando la foto de este autobús pero añadiendo mensajes de apoyo hacia estas personas. También hay que reconocer el mérito del autobús de El Intermedio.

    Aunque sea vergonzoso lo que han hecho, ver como tantas personas y sobre todo gente joven, han hecho lo posible para parar este mensaje y hacer ver que no todo el mundo piensa así, que no deben tener miedo ante un cambio de sexo si es lo que desean. Esto demuestra que en un futuro, cuando los jóvenes seamos ya los mayores y sigamos inculcando estas ideas a los que vienen detrás, puede ser posible que dejen de pasar este tipo de cosas.


    Belén López-Pozas 2ºA

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  9. Si no conoces la situación en los países subdesarrollados, no te preocupes que ya te la cuento yo. En esos países los homosexuales y los transexuales no existen, no por temas de genética o algo así, sino porque donde no los matan, los encarcelan y donde no, se les margina como se hacía con los leprosos. En los países desarrollados hemos optado por la última opción pero de forma más suave. De puertas para afuera todos somos liberales, todos somos feministas y todos somos pro homosexualidad y transexualidad. Pero de puertas para adentro preferimos que nuestras madres laven, planchen, cocinen, etc. si vemos un homosexual en la tele cambiamos de canal y si es un transexual se le califica como abominación.

    Casi todo lo anterior es una exageración pero capta la esencia de lo que vengo a decir. El problema de los países desarrollados es que como todo esto ocurre en las sombras de la intimidad parece que no existe. Por este motivo cuando apareció el autobús de Hazteoir se armó el razonable escándalo que se armó.

    En cuanto a esta organización, Hazteoir se define como una “organización que afirma y promueve la participación política, la dignidad y los derechos de la persona y de la familia y el valor de la vida” ¿Qué quiere decir esto? Que son una asociación fascista, ultra católica y conservadora que promueve la homofobia, el machismo y que denigran la dignidad de cualquier ser que no sea hombre, católico y heterosexual. Lo indignante de todo esto ya no es que simplemente exista una organización tan repugnante, sino el hecho de que esta esté considerada como “organización de utilidad pública” lo cual hace que le desgraven el 75% de los impuestos. Esto les ha permitido financiar numerosas campañas y eventos de carácter homofóbico y discriminatorio contra el colectivo LGTBi promoviendo así el odio.

    Por otra parte me gustaría destacar también de esta basura de organización a dos personajes concretos para entenderla así a la perfección: el cardenal Rouco Varela y el presidente Ignacio Arsuaga. En cuanto al señor Ignacio Arsuaga, este es el más bueno de la pareja. El presidente de esta organización, como podrás comprender, es la persona tipo que se uniría a ella: hombre de familia, ultraconservador, católico y sobre todo homófogo. Este deficiente, con perdón para las personas discapacitadas mentales que no merecen que se las compare con semejante ser, tuvo la inteligencia de defender su campaña con la teoría estúpida de que a nuestros hijos se les lava el cerebro mediante el adoctrinamiento sexual, volviéndolos homosexuales. Como se puede observar, no se caracteriza por una gran inteligencia pero desde luego su imaginación es bastante portentosa. Por otra parte encontramos al auténtico monstruo de la pareja, el cardenal Rouco Varela. Este señor además de ser ultraconservador y católico es un grandísimo homófogo. Pero la categoría de monstruo no se la gana por eso sino porque, si veis algún video de las misas que da sobre el pecado relacionado con la homosexualidad, destaca una cosa en ella, los niños. Este monstruo recién salido del mismísimo averno contra el que predica educa a niños con homofobia y el pecado en ella. Simplemente asqueroso.

    En conclusión, Hazteoir es otra de las razones para avergonzarnos de nuestro gobierno que no solo permite que exista, sino que también facilita su financiación. Por lo menos siempre me quedará el consuelo de ver como los españoles racionales destrozan ese demonio anaranjado de autobús mientras que el de El Intermedio se pasea por la ciudad reivindicando el mensaje correcto.

    Javier Solís Ron 2ºBTO A

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