FEMINISMO PARA TODAS Y TODOS

"Siempre se habla en defensa de la mujer y no del hombre, no lo entiendo.  No entiendo el sentido de este blog, y mucho menos el porqué de su existencia". ¿Perdona? ¿Nunca te ha dado por mirar el número de personas que fallecen por la caída de una maceta en la cabeza y compararlo con el de muertes por violencia de género? Y es que, todavía, algunos de nosotros tenemos que lidiar con comentarios similares a éste entre nuestros compañeros, bien sean de nuestra propia clase u otras. Duele pensar que nuestra joven sociedad, la que determina nuestro futuro, siga pensando de esta manera en pleno siglo XXI. Es más: no solo piensan así hombres; también, algunas mujeres.

Como decía el propio Aristóteles: "Cada uno somos lo que hacemos cada día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito".  Está claro que el problema no viene solo de nosotros, de cada uno como persona, sino de arriba y de atrás. Transmitir un pensamiento machista es fácil, sobre todo para un hombre. Pero "el arbolito desde pequeñito"... No se puede ni se debe inculcar a un hijo un propósito machista porque eso queda ya para futuras generaciones. Ahora, ahora ya, apremia el pensar en la igualdad de la mujer frente al hombre, el intentar conseguirla, el poder decir algún día que hombres y mujeres tienen los mismos derechos. Pero, por desgracia, aún no lo hemos conseguido. Y, lo que más me apena es que por mucha concienciación que hagamos esto tardará en suceder.

El feminismo, como término, exige la igualdad de derechos que la mujer no tiene. El feminismo no es solo favorable para la mujer, sino también lo es para el hombre porque éste deja de ser tirano, se posiciona en un plano de igualdad y lo que pierde en poder, lo gana en relación y serenidad. La distorsión del significado de esta palabra lleva a mucha gente a pensar que el feminismo quiere la superioridad de la mujer frente al hombre. Lo que nos hace pensar que quizás deberíamos aclarar en la sociedad la acepción de este término desde el principio, haciendo ver que lo que ellos creen, se corresponde a la actitud  de un grupo minoritario de personas, manipulada además por los machistas, llamada hembrismo.

Yo, como hombre feminista que me declaro, exijo que la gente deje de tener una mentalidad machista. Nos cuesta aceptar que la mujer, por ser mujer, no se encargue de todas las tareas domésticas, que reciba el mismo salarial que un hombre en su mismo puesto de trabajo, que pueda alcanzar un rango superior en su actividad laboral... Y lo peor de todo, que la mujer, por ser mujer y vivir en una sociedad machista, tenga que sufrir violencia de género y en numerosos casos, sufrir su propia muerte.

Tenemos que acabar con esta maldita lacra cuanto antes. Debemos abrir nuestras mentes, pensar que TODOS somos iguales y que el hombre, por ser hombre, debe concienciar a la sociedad incluso más que una mujer, porque éstas están cansadas e indignadas de gritar a voces la igualdad de la mujer y que no se les haga caso. Por eso, invito a todos los hombres que están leyendo esta entrada a que ayuden a concienciar a esta maldita sociedad que, en parte, todavía no acepta que el feminismo deba  existir. Como dije antes, la excelencia no es un SOLO acto, es un HÁBITO, y para conseguir que nuestra sociedad sea excelente, debemos adoptar el feminismo como un hábito.
Óscar García Portero, colaborador del grupo Aequitas25