En los últimos
días de un año los periódicos, los programas de televisión e incluso nosotros
mismos tendemos a mirar hacia atrás y buscar lo bueno y lo malo que se deja; y
hasta los más escépticos desean escondidamente que el año que está a punto de
comenzar sea mejor.
Yo miro hacia
atrás desde este blog y veo un andar titubeante al principio y un objetivo muy
claro: hacer algo, aunque sea un simple paso de puntillas, para conseguir que
la igualdad sea un hecho y no una utopía.
Me encuentro
entre gente nueva que muy pronto se transforma en parte de mi gente y alumnos y
alumnas con los ojos muy abiertos preguntándose, seguro, “quién es esta”…
Miro hacia
atrás y recuerdo, en los escasos tres meses de este blog, hechos terribles:
muertes de mujeres que no verán el nuevo año, personas ahogadas en un mar
oscuro que soñaban con un Dorado que no existe, injusticias, explotaciones y
dolor de los más débiles.
Pero también,
al mirar hacia atrás, veo la ilusión de proyectos compartidos por muchos: un
blog participativo; un recital de música y literatura para homenajear a quienes
se fueron injustamente; alumnos creativos y vitales deseosos de aportar su
visión sobre un libro; textos impactantes sobre un tema que no debería ser
objeto de un concurso…
Y ahora toca
fijar la vista en lo que está por venir. Estoy bien arropada, por buenos
compañeros y excelente gente joven que está dispuesta a seguir dando pasos,
quizás de puntillas, quizás a zancadas… Deseo y pido desde aquí un año
realmente nuevo. Que sople un viento nuevo de solidaridad, empatía y ternura
que nos invada a todos. Que los viejos huracanes de egoísmo e intolerancia se
deshagan en medio de un océano perdido. Que no haya más mujeres asustadas,
golpeadas y muertas por “amores” negros. Ni más Lampedusas. Ni más niños sin
derecho a una escuela…
Es verdad: espero
demasiado. Pero buena gente me acompaña y sé que no estaremos solos. Y que
nadie se rinda, por favor. Porque la peor frase que se puede pronunciar en
estos momentos duros es “no hay nada que hacer”.
Feliz año nuevo.
Que sea nuevo de verdad.