17.Solo tengo 17 años,mi experiencia de vida no es muy larga y elaborada,no soy ni mucho menos la reina de las fiestas y aun así,me tengo que encontrar escribiendo esta entrada con una gran indignación en el cuerpo que me corroe por dentro.
Todos tenemos derecho a divertirnos de vez en cuando,liberar tensiones bailando durante horas en la pista,celebrar algo importante,disfrutar...¿Por qué yo no?
¿Por qué?¿Por qué mis fiestas siempre están condicionadas por hombres que nos molestan e intimidan?Me temo que no es algo puntual,algo que solo ocurre una vez,un caso aislado.No,nada de eso.Hablo de ese pesado hombre en fin de año que no tenía pensado marcharse hasta conseguir mi verdadero teléfono.Recalco verdadero,porque la técnica de dar un número falso para salir rápido del apuro a mí apenas me funciona.Hablo de estar bailando con mis amigas en carnaval y que un chico se sienta capaz de cogerme de la cintura como si fuese un objeto para su disfrute,me aleje de mis amigos,y ¡sorpresa!,me intente besar. Lo único que parece surtir efecto es la frase mágica ''No,tengo novio'',porque claro,ellos respetan más la presencia de otro hombre que la opinión de una mujer.
Pero sin duda una de las peores experiencias sucedió antes de anoche,la terrorífica noche de Halloween .Tras un día intenso y agotador de instituto,mis amigos y yo decidimos divertirnos un poco en una fiesta y allí el cuerpo te pide acudir a la pista de baile,nada fuera de lo común,¿no?Mi amiga y yo comenzamos a bailar juntas hasta que dos impresentables aparecieron.Uno detrás de ella,y otro detrás de mí.Nos cogieron de las caderas,nos centrifugaron con gran ímpetu su ''voluptuoso'' miembro viríl en nuestros culos;sus manos recorrían mis muslos en dirección a mis ingles y ambas sentíamos sendos alientos en la nuca.Intercambiamos miradas de circunstancia (¡ojalá se terminase ya la canción!),y cuando la canción acabó pensábamos que por fin se acabaría todo... Pero no.Se cambiaron de puesto como si fuésemos juguetes intercambiables que ambos tenían derecho a utilizar.No aguanté más y decidí abandonar la sala con mi amiga para tranquilizarme y no producir un altercado.Un poco de aire fresco y la esperanzadora idea de no volverlos a ver me hizo volver a bailar.Y para mí desdicha allí se encontraban,otra vez,con las mismas intenciones. Decidí ser clara y directa con un ''no queremos bailar con vosotros'' y para mí sorpresa,desaparecieron.Un final feliz.
JAJAJAJAJA Pues no;la historia no termina así.A las horas uno de los chicos intentó otra vez ensartarme refregándose a mis espaldas y me fui,me fui porque soy una persona pacífica y las ganas de pegarle un tortazo eran inimaginables,salí del recinto.Y sí,OTRA VEZ,vino en mi búsqueda incluso sin estar en la pista de baile.Tuvimos una conversación tal que así:
-Venga,ven a bailar conmigo
+No
-Venga,que vengas a bailar conmigo
+No
-¿Pero por qué no?
+Porque no quiero
-¿Y por qué no quieres?
+Porque no me da la gana
-¿Prefieres estar aburrida a bailar conmigo?
+No estoy aburrida,lárgate
-Venga,ven a bailar conmigo
+Que no
Y así incesablemente durante minutos...mis amigos al lado mía mudos sin saber qué hacer,y yo,ya sin ningún miedo,manteniendo la mirada firme en sus ojos.Hasta que por fin decidió meterse dentro de la pista y dejarme de una vez por todas.
Sé la mayoría de los pensamientos que tiene la gente al oír testimonios así : ''eso es porque le provocaste'';''será que eres una estrecha'';''él solo quería bailar''... A cada cual más ultramontano y vomitivo.Y sin ninguna duda,la indiferencia de todos ante esto es lo peor.Yo no estaba molestando a nadie,pero el a mí sí,y sin embargo fui yo la que tuve que abandonar la sala.La sociedad tiene tan aceptadas estas situaciones que los seguratas normalmente están más pendientes de que nadie tire vasos al suelo que a vigilar que un chico persiga incansablemente a una chica.
Sin duda,este hecho me jodió en gran parte la noche.Como hechos similares me han chafado más y más fiestas...¿Por qué?¿Por qué yo no tengo derecho a divertirme?Sé que muchas chicas se sentirán identificadas con esta anécdotas en las fiestas.¿No estáis cansadas,hartas...?
Podría escribir sin fin sobre este tema,pero apenas me quedan fuerzas y ánimo para hacerlo.
Blanca García Macías, colaboradora del grupo Aequitas25