Tras el "confinamiento duro" (suena a episodio de serie distópica...) fuimos viendo en Google cómo convivían las etiquetas de "Cerrado temporalmente" con las de "Cerrado permanentemente". La sonrisa salía cuando visitábamos el sitio de algún establecimiento conocido o más amado y ponía "Abierto". La palabra abierto en aquellos momentos (y también ahora) sonaba a azul, a esperanza, a normalidad vieja, a the show must go on. Detrás de las otras etiquetas, era inevitable sentir tristeza e incertidumbre. Cuánta ruina. Cuánto sueño roto o interrumpido.
Este blog, después de ocho años, cierra, esperemos, temporalmente. La coordinación de Coeducación ha pasado en estos años por diversas personas que han hecho su trabajo con esmero. Aequitas 25 ha sido un proyecto de centro sustentado fundamentalmente en dos personas y una de ellas se ha jubilado. Sin embargo, su verdadero éxito se debe a las promociones de aequitenses que colaboraron, escribieron, difundieron, se pringaron hasta las cejas en esta lucha continua por la igualdad y contra el machismo. Que han seguido siendo aequitenses en sus trincheras después de irse del Juande. Que jamás han dejado de perseguir unos sueños de igualdad sin los cuales la humanidad sería más ruin. A ellas y a ellos les dedico esta entrada porque son los verdaderos artífices de este proyecto. Y a mi muy querido jubilado.
Paseo por las entradas y los comentarios y me vienen como flashes las películas, debates, homenajes, escrituras, lecturas, denuncias, concursos, imágenes, obras de arte que pueblan este blog. La que esto escribe (que no es princesa) está triste pero, a diferencia de la princesa, si sabe lo que tiene: es una mezcla de tristeza y frustración por no poder seguir llevando esto. A veces ganar es saber decir Me rindo.
Esperemos que este "Cerrado temporalmente" sea realmente un simple paréntesis. Que alguien con más brío lo vuelva a abrir. O que la que no es princesa deje de estar triste y quién sabe...
El blog cierra sus puertas por ahora. Pero la lucha por la igualdad no cierra nada. Ahora con más necesidad que nunca.
Muchas gracias.
No- princesa, el jubilado y tú sois insustituibles e inefables y el Juande algo desmemoriado (espero que no ingrato) con los que dan infinitamente más de lo sensato y de lo habitual.
ResponderEliminarOjalá y la alegría te habite pronto.
Y gracias por tanto