Hoy tenía previsto hacer una entrada en
este blog para animar a toda la comunidad escolar del instituto a participar el
próximo martes, día 20, en nuestra "Tarde Solidaria" y recaudar algún
dinero con el que "Proyecto
Honduras" pueda continuar su importante labor de asitencia
sanitaria y educativa en ese país. Pensaba hacer un elogio de la solidaridad y
explicar que la palabra viene del latín, solidus, que significa
compacto, consistente, y que solidarizarse es hacerse uno con el otro,
acompañándolo en sus penurias.
Pero me temo que no podré hacerlo con
sensatez. El dolor y la frustación que traen las imágenes y las noticias de
Aleppo en Siria golpean en mi mente de tal manera que no encuentro ninguna
palabra que pueda abarcar la rabia e impotencia que siento, y las ganas de
rebelarme contra este mundo organizado por desquiciados que realizan asesinatos
en masa y poblado de paniaguados que guardamos silencio.
Un pequeño número de países y un pequeño
puñado de personas se han apropiado de la riqueza del Planeta que es fruto no
solo del esfuerzo de todos, sino también, y degraciadamente, del hambre y de la
muerte de muchos. En Honduras, uno de los países más inseguros de América,
siete de cada diez personas viven en la pobreza, y cuatro de ellas en la
pobreza extrema. (Datos de ACOES)
Y quiero ser sincero: no me gusta la
fecha de la Tarde Solidaria tan cercana a la Navidad; personalmente no me mueve
ni el sabor dulzón del chocolate ni el arbolillo eléctrico para solidarizarme con "Proyecto
Honduras", sino un sentimiento de justicia social y la creencia de que,
entre muchos, podemos transformar este mundo tan depravado y tan ignorante del
dolor ajeno. No me importa las razones por la que tú participes: puedes hacerlo
incluso por egoísmo, o por el miedo de pensar que quizás, algún día, también
nosotros necesitemos de la solidaridad de gente del otro lado del Planeta, y que para ello cuatro personas se reúnan una tarde cualquiera para pagarnos un maestro o un
médico. Lo harán como nosotros, rascándose el bolsillo y arañando su sueldo,
palabra que procede del mismo solidus del principio.
Y mientras llega el martes, permíteme
invitarte a que firmes esta petición de
"Amnistía Internacional" para que las personas de Alepo sean
evacuadas de la zona con un mínimo de
seguridad.
Germán Jiménez, colaborador del grupo Aequitas25
Maestro, creo que has puesto el acento en lo más importante de este evento que con más o menos acierto coincide en estas fechas cordiales y emotivas.
ResponderEliminarDesde que tengo un recuerdo claro de lo que es nuestro planeta, veo que las fracturas son cada vez más intensas y que nuevas pequeñas fracturas que se unen a las ya existentes: Las del norte y las del sur, entre hombres y mujeres, entre grandes y pequeños....
Pero no todo lo que veo es sólo negativo. También estoy asistiendo a un cambio de la sociedad donde la solidaridad gana terreno, el discreto altruismo que rige la naturaleza, actúa como un pegamento invisible que poco a poco reconstruye los fragmentos de esta fina porcelana. Hay especialistas en kitsugi humanitario, capaces de recomponer piezas fragmentadas devolviéndoles la dignidad.
Dignidad y respeto para hacer muy consistente nuestro apaleado planeta.