26 de marzo de 2016
CONTRA LA INDIFERENCIA
"Estoy convencido de muy pocas cosas en esta vida, pero sí de algunas y, aun a riesgo de estar equivocado, las escribiré aquí: que las guerras no existirían sin la ambición desmesurada de unos pocos y la indiferencia y el poco criterio de los más, y que las religiones, tan respetables en un principio, son utilizadas como tapadera de la codicia de los primeros gracias a la indiferencia y la cobardía de los segundos.
En estos días de nuestra tradicional semana santa siempre me hago la misma pregunta: ¿hasta qué punto se han retorcido los sentimientos y la razón humana para que se hayan producido tantas masacres en nombre de Dios, y cómo, después de tantos años de cultura judeocristiana, Europa sigue crucificando a Cristo e indultando a Barrabás?; porque no es otra cosa lo que la UE está haciendo contra los refugiados sirios en defensa de intereses económicos que probablemente ni a ti ni a mí nos toquen. Y en caso de que, como los poderosos quieren que pensemos, sí nos afecten, me surge otra pregunta, ¿deben primar los euros por encima de la Declaración Universal de los Derechos Humanos? Recuerdo algunos artículos:
Art. 1.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Art. 3.: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Art. 13. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
Art. 14: En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
Las ideas anteriores son parte importante también de nuestra cultura, y están dichas de mil formas diferentes. Recuerdo ahora a Shakespeare en el monólogo del judío Shylock en su obra “El mercader de Venecia”: “I am a Jew. Hath not a Jew eyes? Hath not a Jew hands, organs, dimensions, senses, affections, passions? Fed with the same food, hurt with the same weapons, subject to the same means, warmed and cooled by the same winter and summer, as a Christian is? If you prick us, do we not bleed? If you tickle us, do we not laugh? If you poison us, do we not die? And if you wrong us, shall we not revenge?”
Acostumbrados como estamos a las vergonzosas imágenes del exilio del pueblo sirio, hemos pensado reunirnos en nuestro instituto el jueves, 31 de marzo, para intentar combatir esa indiferencia que se amontona en nuestra sociedad como una costra de suciedad y de locura. Por eso, ahora, desde este blog, os invito a vernos esa tarde en la que escucharemos a nuestro joven coro y veremos la película documental “Mujeres con rostro”, realizada bajo la coordinación de Coeducación y Biblioteca. Merendaremos también con la sana intención de engordar un poco y conseguir algún dinero para que gentes que no guardan silencio y que sí responden de manera activa ante la injusticia, como PROEM AID de Sevilla, sigan luchando por nuestra propia dignidad y la de miles de personas que huyen de la guerra y la crueldad.
Escribo esto el martes, 22 de marzo, día en el que supimos que ISIS atentó contra la población de Bruselas: treinta y un muertos, casi trescientos heridos y más de cuarenta nacionalidades afectadas. Y esto no es otra historia."
Germán Jiménez Jiménez, colaborador del grupo Aequitas25
INFORMACIÓN PRÁCTICA:
FECHA, HORA y SITIO: jueves 31 de marzo, de 17,30 a 20,30 en el SUM del IES Juan de Mairena
ENTRADA: aportación voluntaria de 2 euros. Si no puedes asistir, ten en cuenta que puedes colaborar comprando una entrada de "Fila 0"
PROGRAMA:
- Actuación del Coro del Juande
- Merienda solidaria (bebidas aptas, crepes, bizcochos y delicias elaboradas por expertos y expertas en Gastronomía).La merienda no está incluida en el precio de la entrada.
- Proyección de la película documental "Mujeres con rostro"
(Si no estás disponible toda la tarde nos encantará contar contigo el tiempo que puedas)
ENTRADAS E INFORMACIÓN:
Podéis contactar con Marisa Navas, Germán Jiménez, Carmen Fernández o Leonor Osuna
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OLE! Para qué decir más si después de que tú hablas o escribes nadie presta ya atención al resto?
ResponderEliminarLa causa lo merece. Cuando los gobiernos a sus iguales, la ciudadanía responde con generosidad. La causa clama al cielo.
ResponderEliminarLa mayor enfermedad hoy en día no es la lepra ni la tuberculosis sino la indiferencia, como se refiere el autor en una parte de la publicación. Esta actitud indiferente e insensible ha alcanzado actualmente una dimensión mundial. Hemos aprendido a encerrarnos y enfocarnos únicamente en nosotros mismos y hemos cerrado la puerta y dado la espalda a nuestro prójimo. Pero los hechos y los problemas mundiales no dejan de existir porque se les ignore.
ResponderEliminarLas guerras y conflictos que asolan el mundo son producidas por diferencia étnicas, religiosas, y de identidad, o bien por la apropiación de las riquezas naturales de alguna región, las diferencias en la forma de gobernar o la lucha por el poder político como se refiere el autor de esta publicación. Tenemos que empezar a ver a los demás no como extranjeros, árabes, judíos, homosexuales, blancos, negros, cristianos, musulmanes, comunistas, capitalistas, sino como hermanos. Como una gran familia que abarca diferentes culturas con distintos aspectos en su forma de vivir pero que finalmente podamos aceptar uno al otro tanto su forma de vivir como su cultura y prestarles la ayuda necesaria.
La Tierra en un solo país y la humanidad sus ciudadanos. Cuando entendamos y aceptemos la “Unidad”, nuestras vidas van a cambiar para mejor. Mientras que si seguimos atrapados en la ilusión de “nosotros” contra “ellos”, vamos a seguir sufriendo y las guerras y conflictos van a continuar. La disfunción que estamos viendo a nivel mundial se debe a nuestra incapacidad para aceptar este concepto básico: ver a los demás como iguales, como hermanos.
El propósito de este comentario es el de hacer una llamada a dejar la indiferencia, a abandonar los prejuicios y paradigmas de desigualdad, a ser tolerante y aceptar a nuestros semejantes por lo que son, a la hermandad y a extender tu mano a tu hermano y ser compasivo. Ese es el verdadero modo para terminar con las guerras, con los conflictos y así evitar que más hombres, mujeres y niños sigan sufriendo y muriendo.
Levantémonos, despertemos y actuemos como una sola familia.
Cuando nos han comentado la idea de hacer una quedada en el instituto para no olvidar los catastróficos hechos ocurridos tanto en Siria, como en otras partes del mundo como Bruselas, me ha parecido una idea muy buena.
ResponderEliminarAdemás de recaudar dinero para ayudar a personas que, además de que se lo merecen por lo que están pasando, lo necesitan ahora más que nunca, estoy segura de que pasaremos un muy buen rato escuchando el maravilloso coro de nuestro instituto además de poder ver la película de mujeres con rostro en donde aparecen muchos de mis compañeros y amigos.
Pienso que estos hechos deben servir para unir más a los países y darnos cuenta de que todos somos iguales independientemente de nuestra zona de residencia.
En mi opinión, la gente debería tener más empatía y hacer más actividades de este tipo para ayudar al prójimo y concienciar a las personas de que no en todo el mundo están teniendo las mismas circunstancias que nosotros, que ellos están mucho peor.
BELÉN SAIZ CAMACHO 2º BACH D
Después de ver todo lo ocurrido por medio de las redes sociales solo me queda decir que se me caen las lágrimas de vergüenza, vergüenza absoluta ante esta gran indiferencia.
ResponderEliminarQue Europa pague para que Turquía se lleve a los refugiados es una de las últimas cosas que me esperaba. Estamos hablando de algo totalmente serio. Estamos hablando de personas como nosotros, personas que no paran de morir, que huyen de la guerra como cualquier otro..
Estamos gobernados por una Europa que lo único que le interesa es evitar su desmoronamiento, cosa que es inevitable después de todo. Estamos en una Europa que se debería de preocupar más por las personas y por sus derechos, pero realmente solo se preocupa del sistema. En España no deberíamos de olvidar que el exilio forma parte de nuestro ADN, es una Europa que da la espalda a los Derechos Humanos.
Alicia Labrador Cortés 2º BACH D
No soy defensora de la indiferencia, pero si soy una más de las que se ha educado junto a ella.Yo también he visto tragedias en los informativos y he estudiado guerras muy crueles. Aun que conozca las actuaciones injustas de grandes ambiciosos, y que todas ellas me perturben la mente, soy una de las que permiten que esos ambiciosos tengan poderes, y de que sean capaces de hacer lo que sea con la vida de miles de ciudadanos por un fin económico , que esto es vía directa al poder.
ResponderEliminarMe parece que la indiferencia y la caridad están unidos como siameses, ambas me causan desaprobación, porque las dos tienen la misma finalidad y es mantener la conciencia tranquila, debido a que esto es lo que nos deja dormir tranquilos. Pero tenemos que ser capaces de pensar que es útil y que no.
A pesar que hay cosas que me parecen poco eficaces, siempre participaré y colaboraré en movimientos que por lo menos ayude en algo a esas personas perjudicadas por los males que le causan los poderosos y las personas que callamos.
MARÍA RODRIGUEZ RAMIREZ 2 BTO.D
Niños flacos. Padres asustados sin saber su futuro. Madres llorando. Un ápice de esperanza. Ya no. Barro, tierra, lodo. Pies descalzos que buscan pisar tierra firme, segura. Llantos. Y más cansancio. Pero que no, que hay que tener esperanza. Que estamos cerca. Que peor que eso, no hay nada. Que Siria ya está lejos. Que vamos a llegar. Sí, hijo, vamos a llegar. No llores más. Todo esto va a terminar.
ResponderEliminarY claro que termina. Porque ahí están. Hombres gordos. Con un futuro prometedor porque el presente ya lo es. Risas. Dinero. Poder. Suelos de mármol, relucientes. Zapatos caros. Y mucha, mucha indiferencia como bien dice el texto. Indiferencia y poca empatía. Que bien les vendría ponerse en su situación. Los de arriba están asustados. De sus bocas salían palabras llenas de miedo. Pero miedo es lo que tienen los niños flacos. Los padres que están llorando. Los que ya no tienen comida. Los que se ahogan y los que acaban con su hermano, su hijo, su madre, su padre, su amigo muerto en los brazos. Los que ya no tienen esperanza.
Indiferencia. Claro que hay indiferencia. Porque, si de verdad nos importara, actuaríamos de una manera más honrada. Y no cerrando las fronteras. Nos cuentan que todos somos iguales, pero ahí está el hecho. Lo mío sólo son palabras inútiles dichas por una niña de dieciséis años. ¿Quién me va a escuchar? Al fin y al cabo, son ellos los que toman las riendas de los problemas y no yo. Creo que todos nosotros, todos los que ayudamos en esta acción tan solidaria, podríamos hacerlo mejor.
A veces siento vergüenza. Vergüenza de vivir en la UE, de vivir en un país gobernado por personas egoístas e indiferentes. Y yo sé que lo saben. Que saben lo que está ocurriendo. Que alguna imagen tienen que haber visto por la televisión al igual que todos nosotros. La diferencia es que nosotros no mostramos indiferencia, sino que queremos ayudarles. Sin embargo, los de arriba insisten, no sé si por miedo o por simple egoísmo, que las fronteras deben permanecer cerradas. ¿Qué son ellos? Para la UE son un obstáculo, un problema, un estorbo. Para mí, son personas. Personas que obviamente no tienen culpa de haber nacido en unas circunstancias tan terribles. Y los niños… ¿Alguien ha pensado en los niños? En la cantidad de niños sin esperanza que andan con cansancio buscando simplemente seguridad. Pero está lejos. Cada vez más lejos. Porque parece que nosotros mismos hacemos el camino más largo, con acuerdos que no llegan a nada más que a una tremenda indiferencia por parte de los europeos.
Quiero que me escuchen los hombres gordos. Aquellos que están en la cima, mirándonos desde arriba, con sus trajes y corbatas. Quiero que me escuchen: allá fuera hay niños flacos, madres llorando y padres angustiados. Que bajo sus zapatos caros, hay pies descalzos andando, buscando un lugar seguro, tratando de hallar paz después de tanta guerra que hoy día sigue pasando. Que bajo sus estómagos bien alimentados, hay niños muriendo de hambre. Que bajo sus suelos relucientes, hay barro. Quiero decirles que abran los ojos. Que miren todo lo que está pasando y que se den cuenta de todo lo que podrían hacer para cambiarlo. Que hoy día, debajo de los hombres gordos, hay niños flacos.
Claudia Aguilar Valero 4ºD
Es un hecho que la indiferencia parece dominar a la sociedad en la que vivimos.Escuchamos y vemos miles de casos en los que nuestro "instinto humano" debería llevarnos a hacer algo y sin embargo nos quedamos de brazos cruzados.
ResponderEliminarComo afirma Germán "las guerras no existirían sin la ambición desmesurada de unos pocos y la indiferencia y el poco criterio de los demás",pero desarrollan guerras hoy mismo en muchas partes del mundo sin que el resto haga nada por evitarlo.
Los intereses económicos acaban ganando cualquier batalla por ellos se financian guerras,se inventan noticias ficticias...y hasta tal punto ha llegado nuestra indiferencia que aun sabiendo lo permitimos.En muchos países donde no se respetan los Derechos Humanos el trabajo infantil está permitido,muchas fabricas de material deportivo han traslado a estos países sus fábricas para aprovecharse,después en los anuncios publicitarios nos dan la impresión de que fomentan la solidaridad,el trabajo en equipo,la educación...pero,a mi modo de ver no es esto lo más grave,lo peor es que sabemos lo que pasa y seguimos consumiendo estos productos;de este modo las multinacionales son las primeras a las que no le interesa que esta situación cambie.
Por otro lado,está la religión que en vez de unir a las personas lo que hace es distanciarlas aún más y en nombre de "dios" se comenten auténticas barbaridades.
Lo que le está ocurriendo a Siria es vergonzoso y viola uno de los Derechos Humanos más básico como es el derecho al asilo,pero a ellos se les niega y se les mantienen en las fronteras como si fueran animales en unas condiciones pésimas.En Palestina, África ocurren casos de atentados similares pero no son tan mediáticos.Yo me pregunto ¿Por qué valen más unas vidas que otras cuando todos los seres humanos nacemos libres e iguales?
Marina Taboda Moya 2 BACH D
Miremos en general,tenemos una guerra a miles de kilómetros que comenzó hace 5 o 6 años de la que solo teníamos algo de información a través de alguna noticia que aparecía en los telediarios muy de vez en cuando.Ahora,llegan los refugiados,y una guerra que nos parecía lejana,ya no lo es, nos está afectando a toda Europa y a partir de este momento cobra más relevancia y nos damos cuenta del sufrimiento que están pasando miles de personas a causa de la guerra.¿Por qué antes no veíamos este sufrimiento?Porque antes no nos afectaba.
ResponderEliminarFernando Jesús Pérez Martín 4ºA
Más que a la indiferencia, que es evidente que existe y en gran medida, asociaría esto al egoísmo. Se sabe la situación en la que están los países de Oriente desde hace mucho, pero claro, como no “nos afecta” ni siquiera se intenta hacer nada por cambiarlo. Sin embargo, ya no solo si nos perjudicase directamente a nosotros, sino simplemente el hecho de que rozase lo más mínimo nuestra persona y vida, nos haría luchar y defendernos. Pero recalco, como no es así, nos dejamos la venda puesta en los ojos.
ResponderEliminarPasan los años y siguen matando a gente allí a diario y parece que no importa. A mí sí me importa. Es una vida, ¿cómo no puede importar eso? ¿cómo se puede ignorar el infierno que viven día a día desde hace años? ¿qué clase de persona puede dormir tranquila por la noche sabiendo que por sus intereses mueren miles de humanos?
Nos hacemos los ignorantes, indiferentes, bobos ... ¿por qué? Si se conoce la situación, se conoce quienes la han creado, quienes la alientan y lo más triste, es que son los mismos que de cara al mundo muestran una cara falsa. Una cara que no existe, quieren terminar con las guerras, pero son ellos los que les ponen las armas en las manos. Y todos y cada uno de nosotros lo permitimos.
De la misma forma, hay mucha hipocresía, noticias de atentados en Siria, Irak, Palestina o Turquía ocupan segundas páginas en periódicos; por el contrario, los atentados en países cercanos o en el propio abaratan los titulares y ya ni que decir en la televisión. Cada día en el telediario, tardan veinte minutos en presentar cualquier atentado cercano durante dos semanas con incluso programas especiales en la mañana y tarde. Sin embargo, para el infierno que surgió hace mucho a miles de kilómetros, no dedican ni un minuto contado con cronómetro. No resto importancia a los ataques de nuestro entorno, reivindico que esa importancia se les dé a todos por igual, por muy lejos que estén. Porque todos los que mueren son padres, hermanos, hijos, madres, niños, ancianos y, ante todo, son humanos y son vida. Son vida, o más bien, eran vida.
Me alegra que se haga algo por defender los derechos, pero a la vez me recorre la impotencia porque son derechos. Lo dice la propia palabra, no habría que defenderlos, no habría que luchar por ellos; tendrían que estar ahí. Se hace muy poco, aunque poco siempre es mejor que nada. Muchos nos conformamos con subir una foto a cualquier red social, con ponernos un lazo, un minuto de silencio... no pienso que esté mal todo esto porque por algo se empieza.
Necesitamos más empatía, más amor, más libertad, respeto mutuo… dicho en tres palabras: necesitamos más humanidad.
Julia Castañeda Colchero 2ºbtoD
Bonitas y sensatas palabras de Germán. Es cierto que ni escribo como él ni sé la mitad de cosas que él, aun así me atrevo a opinar.
ResponderEliminarHay una cosa que ha tocado Germán que me gustaría profundizar aunque quizás se nos salga un poco de la linea del tema propuesto. La religión. A mi este tema me da muchos quebraderos de cabeza y enfados constantes, pues yo soy cristiana y creo en Dios, y yo siempre digo que soy ''católica por herencia'' es decir, si fuese de una familia protestante me consideraría ''protestante por herencia''. No me tomo al pide de la letra la biblia y a veces ni la tomo por así decirlo, pues para mi, la religión la tengo como una idea de paz y amor. No creo que la biblia ni la iglesia digan muchas cosas que a mi parecer tenga que ver con mi idea de religión. No odio a la Iglesia pues hay muchas que son mucho mas caritativas que yo, quiero recalcar. Aun así… Hay personas que se radicalizan con las religiones, tomándolas por ley y verdades absolutas y lo que quede fuera de estas está mal. La religión no es mala, los malos somos las personas, que buscan el beneficio manchando el amor y la paz que muchas religiones proclaman. Donde entre el dinero que se salga lo demás. ¿Qué hacemos? educar. La clave está en la educación, no es la educación de como te debes de sentar cuando estas en clase o como debes coger un cuchillo y un tenedor, absolutamente no, me refiero a educar la moralidad de los niños, son ellos los que pueden hacer lo que muchos soñadores entienden como ''la paz mundial''. No digo que sea tarde para nosotros, solo que para algunos sí… venga, seamos realistas. El tema refugiado, es muy sonado y muy repetido, sumándose la indignación de muchos, pero pocas respuestas a que hacer y como ayudar. Cosas como lo que se ha hecho hoy 1 de abril en el Juan de Mairena me da esperanza de que la gente se vuelva mas activista y las ideas se muevan de cabeza en cabeza, que empecemos a pensar... Germán en momentos como estos me doy cuenta que aprendí algo mas en 4º que latín.
Gracias por vuestra vocación como educadores y como profesores, y buen trabajo por lo de esta tarde que a pesar que no haya podido ir es todo un logro lo conseguido, me quito el sombrero.
María Díaz Martínez 2bachD
No puedo evitar pensar en lo hipócrita que resulta la opinión pública española en particular y europea en general. No me parece hipócrita por querer acoger refugiados o por negarse a ello. Me parece hipócrita porque el desencadenante de toda esta corriente de opiniones es una foto tomada en Turquía. En la que aparece un niño inerte en la orilla, hasta ese momento no se concebía la guerra de Siria como tal. Antes era una cuestión tan lejana que ni si quiera la percibíamos. Era una mera anécdota: "¿Has visto lo de la guerra de Siria y el ISIS?-Si, desde luego que menuda historia.-Oye y la cagada del Madrid con lo de Gea?.-Jajaja..".Eso hubiera sido la noticia culmen en nuestro día a día si esa foto no hubiese aparecido.Las vidas de los refugiados habrían estado al mismo nivel que un fichaje frustrado.
ResponderEliminarSin embargo, esa foto ha traído los síntomas del conflicto Sirio a nuestros salones y verdaderamente son los síntomas, porque la enfermedad que está causándolos no es otra que la guerra en Siria.
Además gracias a la buena condición que tenemos los occidentales ayudamos a estas personas pero queremos hacerlo de una manera peculiar: atajar los síntomas sin tocar la enfermedad. ¿Cómo queremos cerrar una arteria con dos algodones y una tirita?.
Una frase perfecta es: ¿Hace ruido el árbol que cae cuando no hay nadie para escucharlo?. Mi conclusión es que el árbol que no escuchamos lógicamente no hace ruido, el único ruido que escuchamos es la de los refugiado llamando a nuestras puertas.El sonido de lo obuses es Siria o Libia están muy lejos y apenas lo percibimos, no tomamos consciencia hasta que la enfermedad esta ya delante de nosotros.
Francisco Javier Fernández Boado 2ºBTO D
Hace un tiempo había personas que ni sabían que había una guerra en Siria y ni gobiernos ni gente de prestigio y fama no hicieron nada para que se diera a conocer y podamos ayudar a las personas afectadas.
ResponderEliminarAparentemente era una guerra que no íbamos a sufrir , es decir, nos daba igual. Desde que comenzó la lucha del pueblo sirio han estado sucediendo mucho atentados y masacres de las que no se tiene constancia aquí , pero cuando nos hemos visto con el problema encima si nos damos cuenta del gran problema que hay a nivel mundial bajo mi forma de pensar.
Las personas que salen de Siria no salen de turismo ni mucho menos , salen por que están aterrorizadas de que puedan matarlas cualquier día que salgan de su casa a comprar comida. Estas personas no tienen nada que perder por eso arriesgan su vida y dan sus ahorros a mafias que los llevan en condiciones pésimas a países ''civilizados''. Me parece una vergüenza que no se les deje entrar en Europa para que simplemente no mueran por una guerra que no han iniciado ellos.
En conclusión , este mundo y esta sociedad se sigue moviendo por la hipocresía y por el dinero y hasta que esto no cambie vamos a seguir viendo cosas tan desagradables como una guerra en pleno 2016.
Alfonso Orts Baena 4ºA
Esta entrada nos hace reflexionar sobre cuestiones que la mayoría observamos con un punto de vista empatico pero de una manera lejana pues por mucho que colaboremos y presentemos nuestros respetos hacia las víctimas de estos trágicos sucesos jamás comprenderemos, a menos que nos suceda a nosotros, el verdadero sufrimiento por el que están pasando dichas víctimas y este quizás sea uno de los motivos por el cual no haya más movimientos en lo que se refiere a ayudar a estas personas. Pero aunque considere que este es uno de los motivos también estoy de acuerdo que por motivos económicos la UE cierre las puertas a los refugiados cuando según la Declaración de Derechos humanos ante esta situación se debe actuar de otras formas que claramente es la correcta, pero los intereses económicos que impiden la ayuda a estas personas también afectan en otras cuestiones que volviendo al punto de partida de este comentario por mucho que intentemos mejorar no podemos luchar contra la condición humana que mueve esos intereses.
ResponderEliminarPor otra parte en cuanto a la hipocresía de utilizar la religión como tapadera para masacrar de esta manera, por motivos que vuelven a ser económicos o que también se podría decir que son de poder, a las personas que en su gran mayoría no tienen culpa, me parece una de las mayores injusticias. Esta manera de aprovecharse de la religión, que se lleva dando desde hace tanto tiempo crea conflictos injustos y que a mi parecer no tienen sentido por la interpretación fundamentalista que hacen de la religión y las personas que por esta malinterpretación pierden la vida.
Vivimos en un país hipócrita. En el que lo único que nos importa es quedar bien. Da igual quedar bien haciendo algo que no beneficia al prójimo, pero si a nosotros. Esta realidad sucede desde hace bastante tiempo. Creo que nos deberíamos retroceder al momento en el que las “manos del puzle” dividieron el mundo. Dicha división ha acarreado, acarrea y acarreará diferentes conflictos. No todos estos conflictos acaban en muerte, no hace falta que haya muertos para saber observar la complejidad del problema.
ResponderEliminarSiempre he pensado que dichos problemas como he comentado antes lo hemos creado nosotros, igual que pienso que los seguimos creando. ¿No creéis que si no hubiera guerras, el pueblo pediría más privilegios?. En mi parte yo creo que sí, cuando hay guerras, conflictos, crisis siempre hay un ganador y un perdedor. En la mayoría de los conflictos nombrados anteriormente si el el vencedor son personas con poder, su único objetivo es quitar derechos y libertades de personas con nivel adquisitivo inferior. Como ha comentando antes Germán de que nos sirve tener tantos derechos si ninguno de ellos se lleva a la práctica.
Es injusto ver en las noticias, los informativos... que miles y miles de personas marchan de su país para buscar la llave de una nueva vida. Parece ser que dicha llave tiene un candando oxidado o con bastante presión. Deberíamos dejar ser tan egoístas y de mirar solamente por nosotros mismos, deberíamos mirar en conjunto. Muchas personas dicen que ellos vienen a cobrar prestaciones por ser exiliados, a tener trabajos mejor remunerados que los españoles(sueldos alrededor de 1200/1500 euros...). No todo lo que se rumorea es verdad, ¿y si lo fuera pasaría algo ?. Yo creo que no, estas personas tienen una preparación y un nivel de idiomas muy alto, no será que les tenemos miedo.
Deberíamos seguir luchando para que dichos derechos se cumplan, ya que no somos España el único país de la Tierra, sino todo lo contrario, somos un “chicle, pegado en el suelo”, con esto no quiero decir que seamos inferior al resto, sino todo lo contrario. Todos debemos ser iguales en derechos y costumbres. Nunca miramos el pasado y el futuro, solo miramos el presente y es una actuación de cobardes y egoístas como he nombrado anteriormente. Nunca sabemos si el día de mañana seremos nosotros los exiliados.
Luis Gutiérrez Carrero 2Bachillerato D.
Como esta millones de barbaridades a las que les quitamos la cara para seguir haciendo nuestra vida, lo mejor es que no sentimos nada. Nos provocamos la tristeza para ver la reacción que tendrán los demás sobre nosotros. Es muy triste que personas que son iguales que la mayoría de nosotros, con una vida, con una familia, con unos propósitos se vean obligados a abandonar sus casas, sus amigos, básicamente todo por sobrevivir. La UE y EEUU podrían acabar con este conflicto en menos de un mes, claro que no es conveniente por diversas razones que la mayoría desconocemos, triste pero real.
ResponderEliminarDesconozco mucho de esta vida, pero por lo que he aprendido a lo largo de los años, el único motor para acabar con este tipo de barbaridades es la educación. Pero no cualquier tipo de educación, una de tipo homogénea, uniforme, tolerante, de mentes abiertas y justa. Pero todo esto, en las circunstancias en las que estamos es un poco difícil, todo viene bajo el sistema al que el mundo está sometido, el capitalismo.
Espero que este conflicto se resuelva lo antes posible, igual que todos los que están sucediendo actualmente. Es difícil despertarse y no escuchar noticias malas cualquier día pero estas cosas son las que nos hacen fuertes todos los días, las que nos dan motivo para seguir luchando y conseguir los propósitos que realmente queremos en esta vida, por hacer un mundo mejor sin desigualdades ni prejuicios.
DANILO SISEL 2ºBTO D.
La situación que estamos viviendo con el pueblo sirio me parece irreal, casi no llego a comprenderla, quizás porque pensé que vivíamos en una sociedad desarrollada al menos a lo que Europa se refiere, y ese desarrollo llevaba a tener como principio básico cumplir y hacer cumplir los Derechos Humanos, sobre todo el de "derecho a buscar asilo y disfrutar de él en cualquier país", pero veo con asombro que quizás lo de países desarrollados solo se refiere a la economía, a ser potencias económicas, ya que estamos asistiendo a uno de los mayores movimientos migratorios desde la Segunda Guerra Mundial ante la pasividad más absoluta, Europa solo ha acogido a un seis por ciento de los más de cinco millones refugiados sirios. Yo creo que en esto tiene que ver mucho las políticas migratorias que se llevan a cabo, que son xenófobas y en general, la sociedad quiere ir de avanzada pero en el fondo es xenófoba y se quiere cerrar para que nadie entre en sus país a molestar. En nuestro país, en concreto, aunque se han escuchado muchas frases solidarias por parte del gobierno es vergonzosa la escasa cantidad de refugiados que hemos acogido y sin embargo escuché una frase del gobierno que decía "estamos saturados". Creo que nuestra obligación es acoger y ofrecer refugio a estas personas que están en está situación tan catastrófica, además debemos reflexionar sobre si esta es la manera de comportarse un país o países desarrollados, sin tener una capacidad de solidaridad, levantando vallas cada vez más altas para que nadie entre en nuestra "fortaleza".
ResponderEliminarEn definitiva,"La indiferencia es el peso muerto de la Historia".
Alba Cruz Zapata 2ºbachD
No paro de pensar en todo lo que están viviendo esas personas que sólo buscan un lugar donde vivir bien, sin el temor de la muerte persiguiéndoles todo el tiempo. Ellos sólo buscan la libertad. La libertad de vivir en un país que no esté en continuas guerras y bombardeos. Estoy escribiendo esto y se me ponen los pelos de punta al pensar e imaginar cómo es su situación. Estoy absolutamente en contra que nuestro gobierno tenga la poca vergüenza de hacer negocios con Turquía para volver a llevar a estas personas otra vez allí, con todo lo que han pasado, con todo lo que han sufrido para llegar hasta aquí y el esfuerzo que han tenido que hacer. Dejar su casa, sus pertenencias, sus familiares y amigos... etc. Esto demuestra cómo es nuestro gobierno. Sólo les preocupa el capital y no las personas. Apoyo totalmente a esta asociación que ayuda a los refugiados. Y con lo que han hecho, demuestran que con sólo un euro cada uno podemos recaudar el dinero suficiente para que por lo menos tengan comida y los materiales necesarios para refugiarse del frío. Yo creo que si hay unos derechos, es para que se cumpla para todas las personas, ya sea de distinta raza, religión, etc. Al fin y al cabo todos somos humanos ,todos tenemos sentimientos y todos tenemos unos derechos en la vida.
ResponderEliminarAlba Recacha Blanco 4ºESO D
Escribo con el corazón hecho pedacitos en mi mano, con los bellos de punta y lágrimas en los ojos. ¿Qué le está sucediendo al mundo? ¿Dónde quedó todo lo humano? ¿Nos hemos convertidos en animales sin sentimientos, en seres apáticos?
ResponderEliminarLos seres humanos, los seres más desarrollados del planeta, los que han llevado a cabo numerosas investigaciones, los que han descubierto curas a enfermedades fatales, los que estudian para adquirir conocimientos, para progresar, para cambiar el mundo a mejor, los dueños del mundo. ¿Dónde están ahora? ¿Qué pasó con esa especie? ¿Se han extinguido? Ahora sólo sabemos provocar guerras, destruir lo que antes construimos, abandonar niños, maltratar mujeres, aterrorizar países enteros; nos hemos convertido en demoledores, en el mismo demonio. Queremos lo mejor para nosotros mismos, sin importar el resto, y si para conseguirlo hay que aplastar a los demás, se les aplasta. Y encima, indiferentes.
La indiferencia es esa actitud que nos hace menos sensibles al mundo que nos rodea. Es algo así como que ni me afecta mucho ni poco, simplemente no me importa. No me preocupo por lo que pasa, no pongo interés en lo que está pasando. Eso es un mérito. Todo un don de Dios. ¿Cómo podéis permanecer indiferentes cuando el mundo, nuestro mundo, se hace añicos? ¿Cómo podéis evitar ver imágenes de niños refugiados y que no se os remueva nada dentro de vosotros? Me asombra que podáis, porque yo me derrumbo cada vez que pongo las noticias, me entristece pensar en el futuro. Esas miles de personas abandonadas en las puertas de Europa, sin comida, sin ropas, sin alojamiento, sin familia siquiera. Niños que lloran desconsoladamente la muerte de sus hermanos, de sus padres, de sus amigos. ¿Y sus derechos? Abolidos, ignorados.
Me pregunto también dónde están las instituciones que deben actuar en situaciones así pero claro, si todavía no tenemos ni Gobierno, ¿cómo pretendo que pongan de su parte para mejorar? Así que, viendo el panorama actual de España, nosotros somos los que debemos luchar contra lo que creemos injusto, debemos defender nuestros ideales. Aquellos a los que todavía nos quede algo de empatía, esa cualidad humana que nos pone en los zapatos del otro, que hace que sintamos lo que otros sienten. Aquellos que nos sigamos horrorizando, que nos preocupe lo que pasa más allá de nuestras fronteras, que seamos humanos de verdad y que queramos que esto acabe, actuemos. Unámonos y tomemos más iniciativas como esta, donde todo un instituto ha colaborado, ha tomado esta situación como suya y ha hecho algo por ayudar.
Andrea Figueroa Estrada 1ºA
Escribo con el corazón hecho pedacitos en mi mano, con los bellos de punta y lágrimas en los ojos. ¿Qué le está sucediendo al mundo? ¿Dónde quedó todo lo humano? ¿Nos hemos convertidos en animales sin sentimientos, en seres apáticos?
ResponderEliminarLos seres humanos, los seres más desarrollados del planeta, los que han llevado a cabo numerosas investigaciones, los que han descubierto curas a enfermedades fatales, los que estudian para adquirir conocimientos, para progresar, para cambiar el mundo a mejor, los dueños del mundo. ¿Dónde están ahora? ¿Qué pasó con esa especie? ¿Se han extinguido? Ahora sólo sabemos provocar guerras, destruir lo que antes construimos, abandonar niños, maltratar mujeres, aterrorizar países enteros; nos hemos convertido en demoledores, en el mismo demonio. Queremos lo mejor para nosotros mismos, sin importar el resto, y si para conseguirlo hay que aplastar a los demás, se les aplasta. Y encima, indiferentes.
La indiferencia es esa actitud que nos hace menos sensibles al mundo que nos rodea. Es algo así como que ni me afecta mucho ni poco, simplemente no me importa. No me preocupo por lo que pasa, no pongo interés en lo que está pasando. Eso es un mérito. Todo un don de Dios. ¿Cómo podéis permanecer indiferentes cuando el mundo, nuestro mundo, se hace añicos? ¿Cómo podéis evitar ver imágenes de niños refugiados y que no se os remueva nada dentro de vosotros? Me asombra que podáis, porque yo me derrumbo cada vez que pongo las noticias, me entristece pensar en el futuro. Esas miles de personas abandonadas en las puertas de Europa, sin comida, sin ropas, sin alojamiento, sin familia siquiera. Niños que lloran desconsoladamente la muerte de sus hermanos, de sus padres, de sus amigos. ¿Y sus derechos? Abolidos, ignorados.
Me pregunto también dónde están las instituciones que deben actuar en situaciones así pero claro, si todavía no tenemos ni Gobierno, ¿cómo pretendo que pongan de su parte para mejorar? Así que, viendo el panorama actual de España, nosotros somos los que debemos luchar contra lo que creemos injusto, debemos defender nuestros ideales. Aquellos a los que todavía nos quede algo de empatía, esa cualidad humana que nos pone en los zapatos del otro, que hace que sintamos lo que otros sienten. Aquellos que nos sigamos horrorizando, que nos preocupe lo que pasa más allá de nuestras fronteras, que seamos humanos de verdad y que queramos que esto acabe, actuemos. Unámonos y tomemos más iniciativas como esta, donde todo un instituto ha colaborado, ha tomado esta situación como suya y ha hecho algo por ayudar.
Andrea Figueroa Estrada 1ºA
Y ¿volvemos al pasado? ¿Volvemos a la pobreza, a la falta de asilo, libertad y seguridad?
ResponderEliminarEn 1948, se firmó la declaración Universal de los Derechos Humanos. Declaración hecha por y para la justicia e igualdad de todos los ciudadanos del mundo, todas las personas que sufrían desigualdad y a lo largo de su vida vivían en pésimas condiciones sin poder moverse de su casa o país de origen.
¿Y ahora qué? 68 años más tarde, nos vemos en situaciones similares a las pasadas, personas luchando por tener un refugio, por poder salir de su país de la guerra y llegar a otro país en el cual lo único que quieren es seguir su día a día, junto a su familia, nada más. ¿Y qué hacemos nosotros? Nada de lo acordado en los DDHH, nada se cumple de los artículos citados en la entrada, nada de pensar en lo que pueden estar sufriendo, nada de dar ayuda y caminos fáciles para cruzar fronteras a otros países, para acoger a las familias perjudicadas, al contrario.
Por mucho que imaginemos, no podremos saber todo lo que estas familias sufren por culpa del resto de países que no permiten un asilo digno, ni el simple hecho de pisar su país perimiten. Además de incumplir los DDHH, tenemos la poca vergüenza, perdón por la expresión, de hacer a estos malgastar su dinero para cruzar en tristes lanchas de un país a otro, para montar en autobús, el cual solo pasa por gasolineras tres veces más caras que las normales, el cual cuesta muchísimo dinero cogerlo para ser desplazado… Por lo cual además de incumplir normas, influimos a mal en la sociedad, vamos a atacar a los más débiles para ser beneficiados económicamente… Todo por dinero, sufrimiento por dinero.
Hace poco, en la televisión salió un programa muy interesante, el cual nos hablaba de la situación que nos habla Germán Jiménez en esta entrada, podíamos ver como Meritxell Martorell vivía la situación de los refugiados, como corría de un lado a otro para conseguir llegar a otro país, como llegaban las familias con hijos, desesperados por salvar a los pequeños. Esta nos contaba todo lo que pueden llegar a gastarse en cruzar la frontera los refugiados, todo su dinero perdido solo por buscar la libertad, buscar sus derechos. No hay derecho a tener a seres humanos en estas condiciones y encima abusar económicamente de ellos. Más DDHH y menos economía y política.
Carmen Durán Risquet 1ºBach A